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5d Inversión

Dónde invertir cuando el concepto de riesgo cambia

Los expertos aconsejan estrategias flexibles y globales para preservar el capital en un entorno que empieza a cuestionar la seguridad de la inversión en deuda pública.

Dónde invertir cuando el concepto de riesgo cambia
Dónde invertir cuando el concepto de riesgo cambia

Invertir en un entorno político y económico tan incierto como el actual se ha convertido en un ejercicio solo apto para valientes. La diversificación clásica ha perdido efectividad. Salir de renta variable y entrar en renta fija para capear los momentos de inestabilidad ya no funciona siempre. La deuda pública de algunos países desarrollados ha dejado de considerarse un activo seguro y en pleno debate sobre la idoneidad o no de aplicar quitas a ciertos bonos soberanos, entre ellos los españoles, las opciones conservadoras se van reduciendo. ¿Cómo se puede abordar la inversión a día de hoy?

Los entendidos dan dos recetas básicas. La diversificación global para reducir la exposición al riesgo de determinadas regiones y la selección exhaustiva dentro de cada clase de activo para encontrar las mejores oportunidades a nivel mundial. Cuando todo sube es fácil ganar dinero pero cuando llegan las caídas preservar el capital es la prioridad y precisamente quienes más opciones tienen de conseguirlo son aquellos que apostaron por las compañías más sólidas, los mejores bonos o las divisas más fuertes.

El concepto del riesgo ha cambiado y también la forma de invertir. De ahí que en el momento actual prime la búsqueda de seguridad hasta que no se aclare el panorama político y económico en Europa. "Ciertamente es muy difícil identificar una inversión refugio", argumentan desde Deutsche Bank Private Wealth Management, firma que aconseja estudiar bien las opciones disponibles dentro de cada clase de activo. "En renta variable esto supondría buscar los activos con menos riesgo, como por ejemplo las acciones con alto dividendo en sectores no cíclicos. En renta fija esto significa evitar los bonos de larga duración o el riesgo soberano dudoso como el de los países del sur de Europa, infraponderando la deuda financiera y controlando las condiciones de liquidez en crédito. En el segmento de las materias primas, no parecería irracional centrarse en el crudo y los comestibles", sugieren desde la entidad alemana.

Los gestores se han visto obligados a adaptar su forma de actuar a los tiempos y cada vez se dedica más tiempo a la selección de los mejores activos dentro de cada segmento de inversión. La gestión activa se ha convertido así en la manera de abordar el escenario actual. "A día de hoy, los inversores están más interesados en preservar el capital porque el concepto de activo libre de riesgo se está cuestionando. Si se elimina esa percepción de seguridad hay que considerar el riesgo de crédito como cualquier otro activo. Cuando haces eso como inversor, tienes que ser mucho más flexible y global. Entonces las barreras entre el mundo desarrollado y el emergente caen", explica Quentin Fitzsimmons, jefe de renta fija gubernamental de Threadneedle.

La crisis ha hecho que se tambaleen los cimientos de la inversión tradicional. "Estamos viendo que se han correlacionado mucho los activos. Antes se podía salir de renta variable y refugiarse en renta fija", explica Alicia Arriero, directora de Sicav de Inversis Banco. "Ahora a los inversores que quieren estar más cubiertos no se les puede meter en renta fija. Para este tipo de perfiles más conservadores hemos diversificado las carteras con apuestas sobre la volatilidad, oro o incluso divisas", añade.

Los lugares donde refugiarse se reducen pero los expertos aseguran que las oportunidades existen en los mercados siempre que uno descarte una recesión de calado o la ruptura del euro. Eso sí, siempre con una visión global. "Muchos de nuestros clientes han excluido la deuda soberana de sus carteras para buscar oportunidades selectivas en los mercados de crédito. Hay un apetito renovado por las estrategias de retorno absoluto y las estrategias de crédito globales", reconoce Mike Zellouf, director del negocio internacional de Western Asset Management, filial de Legg Masson, experto que cree que hay valor en la deuda soberana de países asiáticos o en el mundo corporativo. "La gestión alternativa satisface la demanda por parte de los inversores de productos flexibles, de bajo riesgo y que generen rentabilidad", añade Fabrice Cuchet, responsable del área de gestión alternativa de Dexia AM.

En un año de pérdidas generalizadas, pocas apuestas han resultado fructíferas. En el tercer trimestre solo quienes apostaron por la deuda gubernamental de algunos países considerados sólidos, como Alemania y EE UU, o quienes invirtieron en bonos de algunas empresas evitaron los números rojos. El oro también generó importantes ganancias a lo largo del año pero desde los máximos de agosto pierde ya un 15%. El franco suizo y el yen fueron otras apuestas que funcionaron bien hasta que llegaron las intervenciones de los bancos centrales de ambos países para frenar su apreciación en verano.

La clave para abordar la inversión en los próximos meses dependerá entonces del escenario que uno maneje. Los expertos argumentan que una resolución de la crisis de deuda en Europa beneficiará a los activos más castigados en los últimos meses como las Bolsas europeas o los valores del sector financiero, al tiempo que reducirá las primas de riesgo de los países periféricos o las emisiones de renta fija de las entidades financieras.

Eso sí, la incertidumbre es tal que si llegan otros momentos de pánico, la deuda de países considerados seguros o el oro seguirán siendo de las pocas opciones donde preservar el capital, argumentan los expertos. Pero lo cierto es que crece la opinión de que estos activos que mejor han capeado el temporal ofrecen poco potencial y cada vez más peligro. "El riesgo de invertir en deuda alemana es muy alto", argumenta Valero Penón, director de Ibercaja Gestión, experto que encuentra mucho más valor en la deuda española puesto que descarta una quita. "Entre un bono del Gobierno alemán y liquidez no hay mucha diferencia si crees que no va a haber una hecatombe", explica Rafael Ciruelos, director de productos de banca patrimonial de Banca March. Lo cierto es que la deuda alemana ofrece el 0,65% a tres años frente al 4,7% de la española. La visión de muchos expertos respecto al oro es similar. "Es cierto que por valoración está caro pero mientras no haya visibilidad sobre el mercado puede seguir comportándose bien", dice Covadonga Fernández, de Self Bank.

Quienes solo busquen preservar el capital tienen pocas opciones pero aquellos que estén dispuestos a asumir algo de riesgo tienen un abanico más amplio. Y es que lo que nadie duda es que las valoraciones son atractivas. "En renta variable está todo barato pero no sabemos si veremos más caídas", resume Soledad Pellón, de IG Markets. La búsqueda de valores con ingresos recurrentes, poca deuda, alta rentabilidad por dividendo y menos exposición al ciclo estáN entre los consejos más repetidos.

En el universo de renta fija, las apuestas se centran en los bonos empresariales. En el universo con grado de inversión BBB se pueden obtener rentabilidades del 5% a cuatro años, mientras que para quienes puedan asumir más riesgo en el universo high yield, los rendimientos pueden alcanzar el 10%. Otras recomendaciones más exóticas incluyen también la renta fija gubernamental asiática. Al final, ampliar el horizonte de miras es la receta del momento hasta que llegue una mayor estabilidad. La primera prueba de fuego, la cumbre de la UE este fin de semana.

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