El 'sí' a los corredores de transporte abre la guerra de su financiación
La Comisión Europea avaló ayer la propuesta de España de incluir en la Red Transeuropea de Transportes un mapa mallado de la Península compuesto por cinco grandes corredores, entre ellos el Mediterráneo y el eje Atlántico. El ministro de Fomento, José Blanco, instó al futuro Gobierno a "pelear" por obtener la mayor financiación posible.
Misión cumplida. Aunque no lo dijo, ése era el sentimiento que transmitía ayer el titular de Fomento, José Blanco. Después del fracaso de 2003, cuando el Corredor Mediterráneo no fue considerado por Bruselas eje prioritario para la Red Europea de Transportes, ayer fue la constatación de "que se pueden defender los intereses de todos. Todos los corredores eran compatibles y se refuerzan entre sí", explicó el ministro.
Antes de la comparecencia del ministro ante una nutrida representación de los medios de comunicación, la decisión de la Comisión se hizo pública en Bruselas por parte del vicepresidente y comisario de Transportes, Siim Kallas. El mandatario comunitario sembró la confusión al hablar de dos grandes corredores y tres secciones, lo que totaliza los cinco ejes a los que se ha referido siempre el Gobierno español: Mediterráneo, Central, Atlántico, Cantábrico-Mediterráneo y Atlántico-Mediterráneo. En todos ellos se construirán nuevas conexiones ferroviarias, viarias y en algunos casos se mejorarán los puertos y aeropuertos contenidos en los mismos. El Mediterráneo unirá Gerona con Almería y enlazará a través del eje transversal con Granada y Antequera para finalizar en Sevilla y Algeciras. El Central conectará la frontera francesa con Andalucía discurriendo por el centro de la Península. El corredor Atlántico discurrirá desde la frontera francesa y conectará los principales nodos del arco atlántico y con Portugal. El cuarto eje enlazará Valencia, Teruel, Zaragoza, Logroño, Bilbao y desde ahí a Santander, por un lado, y a San Sebastián y Francia, por otro.
El quinto y último está previsto que discurra por la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Madrid y Extremadura, llegando a Lisboa y el puerto luso de Sines.
La recomendación de Bruselas debe ser aún ratificada por el Parlamento Europeo
Sea como fuere, lo cierto es que Blanco recordó que el plácet de Bruselas supone por primera vez romper con un sistema de transportes basado en una concepción radial, donde todos los ejes atraviesan Madrid y se evoluciona hacia un mapa mallado en el que se prioriza la intermodalidad, la eficiencia económica y la sostenibilidad ambiental.
Para dibujar sobre los mapas qué itinerarios deben ser considerados Red Básica, la Comisión ha identificado unos nodos primarios sobre la base de unos criterios objetivos. Así, por ejemplo, se ha cuidado especialmente la comunicación de las áreas urbanas de más de un millón de habitantes o que se trate de puertos con un tráfico anual superior al 1% del total del tráfico de la UE.
49.800 millones
La relevancia de la propuesta presentada ayer por la Comisión no es solo qué corredores son prioritarios, sino cuánto dinero se destina a los 27 países miembros para contribuir a su financiación y los plazos en los que las obras deberán estar terminadas.
En principio, se reservan unos 21.000 millones de euros, que podrían verse ampliados con otros 10.000 procedentes de los fondos de cohesión. El documento hecho público ayer se tramitará como reglamento en el Parlamento Europeo y, por tanto, podrá sufrir modificaciones y será de obligado cumplimiento. Blanco instó al Gobierno que salga de las urnas a que trabaje para seguir defendiendo esta propuesta en su tramitación parlamentaria "e incluso la mejore", así como a que luche para lograr la mayor cantidad posible de recursos. "Debemos aspirar a un 20% de esos 21.000 millones", añadió.
De los otros 10.000 millones de fondos de cohesión será más complicado obtener alguna partida, ya que a partir de 2014 España dejará de ser perceptora de esta ayuda. En cualquier caso, la propuesta que ha defendido Blanco ante Bruselas contempla que España está en condiciones de invertir en los cinco corredores 49.800 millones y además de hacerlo en tiempo récord, de 2014 a 2020, 10 años antes del plazo máximo dado por Bruselas. Será posible porque muchos de estos proyectos ya estaban incluidos en el PEIT.
La imposición de plazos no es baladí, ya que así se evita que en los pasos transfronterizos la obra pueda retrasarse por el menor interés de alguno de los países implicados.
La travesía central del Pirineo va para largo
Lo que finalmente se ha caído de las prioridades de la CE es la conexión por túnel entre Aragón y Francia a través del Pirineo. Aunque la Comisión cree necesario conectar el sur de Francia con Huesca por ferrocarril y que los Gobiernos de ambos países se han comprometido a ejecutarlo a largo plazo, el comisario Kallas declaró ayer que "no es muy realista" que se pueda llevar a cabo antes de 2030, ya sea mediante el túnel de Canfranc o mediante uno nuevo.Blanco comentó al respecto que Bruselas exigía que los proyectos que se presentaran estuvieran lo suficientemente maduros como para cumplir con los plazos previstos (2014-2030) y esa conexión no reunía ese requisito. "La travesía central del Pirineo no cuenta ni siquiera con estudio de impacto medioambiental, por lo que todos sabemos que es un proyecto que aún está en una fase demasiado preliminar. Dada su complejidad y la necesidad de consensuarlo con Francia, puede demorarse otros 10 o 15 años", comentó Blanco.
Las cifras
21.000 millones pone la Comisión a disposición de la UE para cofinanciar estas obras. España aspira a recibir el 20% de esa cifra.40% de la inversión de un proyecto puede ser pagada por los fondos europeos.