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Columna
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Tratamiento del dolor en Goldman

Las pérdidas de 393 millones de Goldman Sachs en el tercer trimestre son menos preocupantes de lo que parecen. La excepcional zambullida en el rojo -el segundo caso en 12 años- confirma que Goldman está perdiendo algo de su brillo. Pero una mirada más atenta a los resultados de la firma de Wall Street revela que Goldman tiene un par de cosas sobre las que alardear.

Para empezar, las comisiones de asesoramiento y suscripción de M&A cayeron un 46% desde el segundo trimestre, aunque no es peor que la caída de JP Morgan, mientras que Bank of America y Citigroup cayeron un tercio.

Más importante, las mesas de operaciones de clientes se mantuvieron bien. Los ingresos de renta variable subieron un 13%, en comparación con el segundo trimestre, después de eliminar los beneficios contables del pasivo de Goldman. Los ingresos fijos, mientras tanto, cayeron un 10%, de nuevo después de dejar a un lado los beneficios contables. Por supuesto, llega detrás de un pobre trimestre. Pero con las ventas de otros rivales cayendo un tercio y un 91% el Bank of America, la relativa estabilidad es bienvenida.

Su unidad de préstamos e inversión registró ingresos negativos de 2.500 millones de dólares, afectada por la caída del valor de mercado de su participación en ICBC y otras. Aunque doloroso, hay un aspecto positivo: Goldman fue siempre una de las más proactivas durante la crisis financiera en amortizaciones. Este último asalto debería tranquilizar a los accionistas de la empresa y restaurar algo de fe en su valor en libros.

Pero la empresa aún afronta retos. Las pérdidas dejan a los accionistas con un 3,7% de rentabilidad sobre recursos propios este año. Incluso excluyendo la pérdida de capital privado y el coste de la recompra de acciones preferentes de Warren Buffett a principios de año, las ganancias de la firma serían solo del 8%. Eso no es lo peor en un año difícil. Pero no acaba de sonar a la grandeza.

Por Antony Currie

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