Raül Blanco sale de Renfe tras un año marcado por la tensión interna y las incidencias
Las discrepancias se aceleraron con los numerosos problemas sufridos en verano y el pasado 1 de enero
El actual presidente de Renfe, Raül Blanco, ha anunciado este martes que cesará de su cargo el próximo 14 de enero por “motivos personales, y de mutuo acuerdo con el Ministerio de Transportes, para centrarse en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado”.
La cordialidad del comunicado emitido por el máximo ejecutivo de la operadora ferroviaria no se corresponde, relatan varias fuentes próximas a las partes implicadas en dicha salida, con el clima de tensión y discrepancias que se ha vivido internamente en 2024, un año marcado por las incidencias recurrentes en los trenes de la empresa pública, problemas de alta sensibilidad política por el malestar que generan entre los viajeros.
Precisamente su antecesor, Isaías Taboas, también fue cesado por otro problema de gestión como fue el encargo de unos trenes que no cabían por los túneles de Asturias y Cantabria por donde circulan los convoyes en vía estrecha.
En este sentido, las fuentes consultadas descartan que la motivación de su salida haya sido dar el paso al sector privado. Consideran que Blanco, pese al malestar que venía arrastrando, se mostraba recientemente muy ilusionado con los planes de expansión de Renfe, por lo que creen que su salida tiene más que ver con una decisión de sus superiores. Un escenario que se produce además tras el enésimo problema sufrido por Renfe el pasado 1 de enero, día de fuerte afluencia de viajeros, cuando un fallo informático con los trenes Avril de Talgo obligó a suspender la circulación.
Pero esta es sólo una de las continuas incidencias que se han venido registrando durante el año y que han obligado a Puente a comparecer en comisión en el Congreso de los Diputados para defender la gestión de la empresa ante las críticas de la oposición. Quienes conocen los detalles del cese advierten que ya en el mes de octubre se dio un primer aviso a Blanco con el nombramiento de un nuevo director general, Rafael Cortés, tras diversos problemas durante el verano. Renfe señaló entonces que Cortés llegó con el objetivo de “liderar las políticas encaminadas a asegurar los niveles de calidad, rentabilidad y eficiencia en los servicios de Alta Velocidad, Larga Distancia, Cercanías y Media Distancia”.
Precisamente entre los problemas observados se señala la focalización en la alta velocidad en detrimento de otros servicios como los cercanías, que han sido uno de los servicios más criticados por los ciudadanos por los retrasos y problemas generados a los viajeros.
Pese a los problemas, los superiores a Raül Blanco sí ponen el valor en la gestión que ha hecho encaminada a resolver la situación financiera de la compañía, que año tras año venía acumulando pérdidas millonarias. De hecho, el propio Blanco ha tratado de poner en valor esta cuestión en el anuncio de su salida avanzado por La Vanguardia y El Economista en la mañana de este martes.
“En los dos años transcurridos desde su incorporación en febrero de 2023, se han estabilizado las cuentas, pasando de 123,4 millones de euros de pérdidas en 2023 a 20 millones de euros en 2024, un 83% de reducción interanual, y el ebitda ha crecido hasta los 450 millones de euros, un 28% de incremento sobre el ejercicio anterior. Estos resultados muestran la capacidad de Renfe para ser rentable en un entorno de intensa y creciente competencia a nivel nacional y, también, como la internacionalización se consolida como uno de los vectores de crecimiento más relevantes en los próximos ejercicios. Tras la creación en 2023 de Renfe Proyectos Internacionales, la empresa ya está presente en más de 10 países”, señalaba el comunicado de Blanco y finalizaba diciendo que “en definitiva, Renfe concluye esta etapa en la senda para tener resultados positivos a partir de 2025 y preparada para ser una de las grandes de empresas españolas globales en el ámbito de la movilidad durante los próximos años”.
Poco después de su llegada, Blanco contrató a un ejército de consultores para tratar de dar la batalla ante la competencia de los nuevos operadores. Firmas como KPMG, Deloitte, PwC, McKinsey, Accenture, NTT o Everis han recibido encargos de la empresa pública desde 2023.
La mejora en lo económico no ha sido suficiente y los problemas operativos del principal operador ferroviario en España, que vive un bum de viajeros, han terminado por provocar la salida del presidente de la compañía. Blanco fue secretario general de Industria en el actual Gobierno de Pedro Sánchez antes de llegar a Renfe. Previamente, ocupó puestos de responsabilidad en el Partido Socialista de Catalunya (PSC).