El Tea Party bloquea el plan republicano para evitar el default de EE UU
Nuevo fracaso en Washington. La Cámara de Representantes de Estados Unidos pospuso hoy por segunda vez el voto del plan republicano para elevar el techo de la deuda estadounidense antes del próximo 2 de agosto y evitar, así, una suspensión de pagos.
Esta vez no hizo falta ni siquiera el enfrentamiento con el partido demócrata. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, no consiguió poner de acuerdo a todos los congresistas de sus filas para votar su plan, que debería servir para evitar que EE UU se vea obligada a declararse incapaz de hacer frente a sus responsabilidades económicas. La resistencia del Tea Party, el ala conservadora del partido conservador, obligó a Boehner a cancelar la votación prevista después de más de cuatro horas de negociaciones entre los congresistas.
La aprobación de esa iniciativa hubiese permitido ya a la Administración seguir pagando sus compromisos hasta principios del próximo año, pero la Casa Blanca ha advertido de la solución republicana aumentaría la incertidumbre de los mercados y causaría un grave daño a la economía norteamericana.
La fecha límite es el 2 de agosto. A partir de entonces, según el Tesoro, la Administración de Obama no contará con fondos suficientes para hacer frente a sus pagos. "Otro día desperdiciado mientras el reloj sigue corriendo, ahora es el momento del compromiso para que podamos solucionar este problema y reducir el déficit", señaló el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, minutos después del anuncio.
El plan impulsado por el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, debe contar con al menos 217 votos a favor de los 435 totales, y condiciona el alza del límite de endeudamiento a un recorte de gastos de cerca de un billón de dólares en la próxima década. Es una relectura de la propuesta presentada hace una semana. Ahora, propone recortar el gasto público en 917.000 millones de dólares (unos 640.252 millones de euros aproximadamente) en la próxima década y, a cambio, se le da al Gobierno una cantidad idéntica para que pague las deudas. En enero, cuando se acabe ese dinero, se volverá a votar para extender de nuevo ese límite si se llega a un compromiso para reducir el déficit 1,8 billones de dólares más (1, 2 billones de euros aproximadamente).
Pese a contar con mayoría republicana en la Cámara de Representantes, la propuesta de Boehner parece no haber logrado el respaldo de los 240 republicanos, especialmente de los representantes del ala conservadora, el Tea Party, que lo consideraban demasiado suave. Y así, en la madrugada del jueves al viernes en España, Kevin McCarthy, encargado de la disciplina de grupo del los republicanos, notificó oficialmente a su bancada que no había voto esta madrugada.
¿Qué sucederá a partir de ahora? Boehner suspendió la votación, previsiblemente, para seguir buscando apoyos entre sus filas. Los republicanos se juegan mucho con su aprobación. Un rechazo, previsiblemente, quebraría las filas. En todo caso. Aunque Boehener logre sacar adelante este programa, nada asegura que termine aplicándose.Si la ley acaba siendo aprobada, pasará al Senado, donde los demócratas, que son mayoría en esa cámara, han asegurado que la rechazarán. Eso es, al menos, lo que sus líderes han dicho hasta ahora. Hay que esperar a saber qué dicen cuando tengan delante un texto que evitala suspensión de pagos, aunque sea temporalmente.