Los liquidadores de Marsans, a punto de entrar en Nueva Rumasa
El mismo grupo de profesionales que adquirió Marsans a través de la sociedad Posibilitum ultima un acuerdo con la familia Ruiz-Mateos para gestionar Nueva Rumasa. Las sociedades del grupo familiar más conocidas se encuentran en concurso de acreedores.
La familia Ruiz-Mateos está a punto de alcanzar un acuerdo con el mismo equipo de profesionales que se hizo cargo de Marsans el pasado año para traspasar buena parte de las empresas que forman el grupo Nueva Rumasa. De acuerdo a las fuentes consultadas quedan solo "unos pocos flecos que cerrar" para poder anunciar la operación. El traspaso de sociedades afectaría a "buena parte" de Nueva Rumasa, tras haber negociado ya el del negocio hotelero del grupo familiar.
Ángel de Cabo Sanz e Iván Losada son las personas reconocidas del equipo de especialistas en reestructuraciones y liquidaciones que se haría cargo de Nueva Rumasa. Ambos lideraron el pasado año la adquisición de Marsans a sus anteriores propietarios, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, a través de la sociedad Posibilitum. La operación, que se comunicó como una venta, se produjo al mismo tiempo que el grupo turístico anunciaba su entrada en concurso de acreedores. Recientemente el juez ha aprobado el plan de liquidación de la compañía, con un siglo de historia.
La familia Ruiz-Mateos admitió por vez primera los problemas por los que pasaban sus empresas el pasado mes de febrero. En la primera rueda de prensa de José María Ruiz-Mateos en cerca de dos décadas, el patriarca de la familia acompañado de sus seis hijos varones informó el 17 de febrero de que 10 de sus empresas se encontraban al borde del concurso de acreedores -Grupo Clesa, Rayo Vallecano, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa y Quesería Menorquina-. Según un informe de la Agencia Tributaria de Ruiz-Mateos dependen al menos 147 sociedades.
Desde entonces los procesos concursales en firme afectan ya a más de esas 10 compañías. A finales de mayo el juez declaró el concurso de Clesa, con 1.112 millones de pasivo, el mayor de una empresa española no inmobiliaria, exceptuando Fórum y Afinsa. La compañía reconocía su insolvencia al juez con un pasivo sensiblemente superior a los 700 millones que Ruiz-Mateos aseguraba en febrero que era la deuda de todo el grupo.
En este periodo la familia Ruiz-Mateos ha tratado de vender el grupo a fondos especializados en reestructuraciones. "Con marcas como Cacaolat, Elgorriaga, Dhul o Clesa no era disparatado una oferta por las compañías", sostienen fuentes que han participado en las negociaciones. Pero, según las fuentes consultadas, la familia valoraba el traspaso de la mayoría de sus sociedades en cerca de 1.000 millones y las ofertas recibidas no superaron los 300 millones. Las diferencias en el precio, la delicada situación financiera de las empresas y la existencia de préstamos y garantías cruzadas entre las sociedades del grupo Nueva Rumasa imposibilitaron un acuerdo.
La familia Ruiz-Mateos afronta varios procesos judiciales. Entre ellos la investigación abierta por la Audiencia Nacional a principios de junio por presunta estafa a raíz de la demanda presentada por 60 inversores que adquirieron pagarés de Nueva Rumasa.
Uno de los hijos de José María Ruiz-Mateos, Zoilo Ruiz-Mateos, declaró ayer en el Juzgado de Instrucción 3 de Palma como imputado en referencia a una querella por estafa presentada por el empresario Francisco Miralles, quien vendió en 2006 un hotel a una empresa de Zoilo Pazos, sobrino de Ruiz-Mateos. José María Ruiz-Mateos estaba ayer citado a declarar, pero argumentó problemas de salud para no asistir, informó Efe.
Distintas sociedades con el mismo fin
El equipo que negocia hacerse cargo de Nueva Rumasa con Ruiz-Mateos es el mismo que lideró la gestión de Marsans cuando el grupo turístico entró en concurso de acreedores. Si entonces tomaron como vehículo para la adquisición de Marsans una sociedad que tenía como objeto social el comercio de animales domésticos y exóticos, para la toma de Nueva Rumasa previsiblemente emplearán otra sociedad adquirida para esa operación. En realidad Posibilitumm Business surgió de una gestoría de Ontinyent (Valencia), cuyo responsable, Ramón Cerdá, se dedica a crear empresas para venderlas posteriormente a personas que no quieren hacer el papeleo que supone.En principio el equipo de Posibilitum se presenta como reestructurador de compañías en problemas, pero en numerosas ocasiones su gestión ha ido encaminada a la liquidación de la compañía en cuestión.En ese proceso de liquidación acabó el traspaso del grupo Marsans, y anteriormente el de empresas como Omega Urbacivil, de Alicante y Vías, Canales y Puertos, de Jerez, compañías que también gestionaron los profesionales encabezados por Ángel de Cabo Sanz. A través de la sociedad Nuevas Formas y Diseños el mismo equipo gestiona en la actualidad Teconsa, el grupo de Martínez Núñez que entró en concurso en 2009.
1.112 millones
Clesa se declaró en concurso a finales del pasado mes de mayo con un pasivo de 1.112 millones de euros. Los concursos de las sociedades de Nueva Rumasa suman uno de los mayores procesos concursales de un grupo español, descontando los de inmobiliarias y los de Fórum y Afinsa.