Dolores en España
Santander puede haber superado con creces las pruebas de estrés europeas, pero sus resultados en el primer semestre no ha sido tarea fácil. Los beneficios del banco cayeron un 21%, debido a una carga excepcional en Reino Unido. Está claro que el Santander ganará menos este año que en 2010. Pero el contagio del riesgo soberano español sigue siendo la mayor preocupación. Santander necesita hacer más para disipar el riesgo.
El cargo adicional de 620 millones de libras puede haber sido inesperado, pero difícilmente es sorprendente. Otros bancos británicos tomaron medidas para cubrir reclamaciones de seguros de protección de pagos. Eliminando este factor, los beneficios se hubieran reducido un 7%. Esto se debe en gran parte a la morosidad en España y Brasil. Brasil, que representa una cuarta parte del beneficio neto del grupo, mostró un preocupante declive del 11% intertrimestral. Pero el factor España pesa. Esto puede parecer injusto: el país representa tan solo un 12% del beneficio, y los préstamos a los promotores inmobiliarios son solo el 3,4% de la cartera de préstamos. Pero cada vez que el rendimiento de los bonos se incrementa, las acciones de Santander se hunden.
La mejor manera para distanciarse de España es incrementar provisiones en lo relacionado al ladrillo. Santander ha dotado un 32% del valor de los activos adjudicados -40% en suelo-. Pero no es suficiente teniendo en cuenta la grave situación del mercado. Incrementar la cobertura general al 40% o 50% podría ver su balance libre de peso muerto. El nivel de cobertura de préstamos dudosos inmobiliarios es tan solo un 26%.
Incluso haciendo una limpieza adecuada, Santander puede no ser recompensado por los inversores a corto plazo. España no es solo su único problema -las condiciones de mercado han aplazo la salido a bolsa de la filial británica-. Pero una limpia del balance más concertada en el sector podría mejorar el flujo del crédito a la economía. Santander debería tomar la iniciativa.
Por F. Maharg-Bravo / G. Hay.