Suicidio de bonos para los bancos
Los bancos europeos parecen haberse convertido en lemmings. Podría pensarse que todos los bancos habrían reducido su exposición a las deudas periféricas en el último año. Pero los recientes datos de la Autoridad Bancaria Europea muestran que algunos han hecho lo contrario.
En relación con las pruebas de estrés del año pasado, 13 bancos aumentaron substancialmente su exposición a alguno de los llamados PIIGS. "Substancialmente" se traduce en al menos un aumento de un 50% en la exposición neta, con una tenencia de más de 1.000 millones de euros.
No todos los bancos incrementaron sus exposiciones por los mismos motivos. La exposición de La Caixa al riesgo soberano español superó el 77% hasta los 34.300 millones. A diferencia del año pasado, las pruebas 2011 obligaron a los bancos a contabilizar bonos tanto centrales como autonómicos, como exposiciones soberanas.
Otros fueron más proactivos. Deutsche Bank, Société Générale y Barclays aumentaron su exposición neta a la deuda soberana española e italiana, respectivamente. En parte, las culpables fueron las reglas más estrictas en las pruebas sobre las coberturas a utilizar para reducir sus posiciones netas. Pero algunos bancos también creyeron que la deuda española e italiana era más segura que ahora. Mientras tanto, Unicredit, el mayor banco de Italia, incrementó su exposición a la deuda a corto italiana durante el periodo en más de 10.000 millones.
Más problemáticos son los portugueses Banco Espírito Santo (BES) y Millennium BCP. La exposición neta de BCP a la deuda lusa se disparó desde los 953 millones a más de 5.800 millones a finales de 2010. Mientras que las tenencias de BES se incrementaron un 52%, hasta los 2.700 millones. Ambos bancos necesitan cada vez más bonos del Gobierno para comprometer con el BCE, a cambio de liquidez para obtener la financiación.
El peligro para estos 13 bancos es que los males soberanos se acentúan, lo que les obliga a recortar sus posiciones originales. El último rescate del euro podría haberles librado, pero si no lo ha hecho, compararles con los lemmings parecerá más conveniente.
Por George Hay.