Mixtos contra alternativos
Pese a sus diferencias, son importantes competidores en momentos bajistas y alcistas.
Los mismos perros con distintos collares o la vieja escuela gana. Estas son dos expresiones populares que podrían describir y arrojar algo de luz en el universo de fondos español que se clasifican o bien como mixtos (más o menos flexibles) o bien como fondos de rentabilidad absoluta.
Las diferencias entre los fondos de inversión mixtos y los fondos (más recientes en el tiempo) de rentabilidad absoluta pueden resultar difusas en muchas ocasiones. Los primeros son fondos tradicionales donde si uno se dirige al objetivo o política de inversión de los mismos se encuentra con la siguiente definición: invierte en una mezcla de clases de activos como acciones, bono o efectivo de una forma dinámica o activa en función de cómo perciben los gestores las circunstancias de mercado. Lógicamente, la selección de los activos concretos en cada momento se hará en función de dónde observan los gestores el mayor potencial de rentabilidad en cada momento. Los fondos de rentabilidad absoluta son un fenómeno reciente pero de éxito en términos de ventas, que ha surgido al calor de la inversión alternativa o los famosos fondos hedge y, en especial, ante la necesidad de dar respuesta a una demanda creciente por parte de los inversores de obtener rentabilidades más estables y si es posible siempre positivas (de ahí el término de absoluto). Así, si hacemos el ejercicio de leer las políticas de inversión en el folleto o informe regular de varios fondos de retorno absoluto nos encontramos con el siguiente típico texto: el objetivo es obtener una rentabilidad total positiva anual 1%, 2%, 3%, etc. por encima de la tasa libre de riesgo (sea esta el euríbor o el eonia por ejemplo) mediante la inversión en una serie de activos no correlacionados entre sí. Habitualmente se menciona también que se persigue aunque no se garantiza que la rentabilidad sea positiva en cualquier circunstancia de mercado dentro de un periodo que puede ser un año o un ciclo económico y de mercado (que normalmente se extiende durante dos o tres años).
También es típico de los fondos de rentabilidad absoluta mencionar el control de la volatilidad y la limitación de las caídas mediante un estricto control de riesgos y el uso de coberturas. Sin embargo, no hay nada que impida que los fondos mixtos usen este tipo de técnicas de control de riesgos y, de hecho, existen numerosos fondos mixtos flexibles que así lo expresan en la documentación del fondo y así lo llevan a cabo en la gestión del fondo. Precisamente, es por ello que no es fácil en ocasiones delimitar la naturaleza o clasificar este gran universo de fondos, siendo la expresión clara, en la política de inversión del fondo, de un objetivo concreto de rentabilidad positiva dentro de un periodo, sean cuales sean las circunstancias de los mercados, quizás la principal nota que define a los fondos de retorno absoluto frente a los mixtos flexibles.
En cualquier caso, no son pocos los profesionales del sector que opinamos que al final son casi lo mismo y que el término de rentabilidad absoluta no es más que una evolución de marketing dentro de un sector muy competitivo que necesita reinventarse constantemente. Si uno habla con un gestor de un fondo mixto flexible es claro que para la mayoría su objetivo ideal es acertar con la asignación de activos de manera que obtenga una rentabilidad positiva consistente en el tiempo y evite las minusvalías durante las caídas de los principales activos de riesgo. El uso de coberturas mediante derivados (disponible desde hace muchos años ya en el sector de los fondos regulados) están muy extendidas en este tipo de fondos y su principal objetivo es protegerse de las caídas de los mercados. La supuesta ventaja de los fondos de rentabilidad absoluta es el uso intensivo de técnicas de cobertura, sistemas o modelos de gestión de riesgos o el uso de instrumentos sofisticados que antes no estaban disponibles en el mundo de los fondos regulados. Además, ante el nuevo entorno regulado europeo de Ucits III y ahora Ucits IV, han sido muchos los fondos que se han lanzado que usan estrategias del mundo de los fondos hedge... Pero si echamos la vista a los últimos cinco años (dos ciclos) ¿qué nos encontramos en términos de resultados?
Son muchos los sistemas de clasificación y las matizaciones que pueden hacerse pero usando el sistema de la consultora Lipper nos encontramos que las categorías Mixto Flexible Global y Rentabilidad Absoluta Riesgo Alto tienen un perfil de comportamiento bastante similar. La comparación arroja un claro ganador a los puntos, quizás para sorpresa de algunos que esperarían un mejor comportamiento del nuevo y más sofisticado producto. Este es los fondos mixtos flexibles. Su volatilidad anualizada en el periodo es algo menor (9,27% por 9,47%), su caída máxima en promedio es también menor (-19,23% por -26,43%) y su rentabilidad media acumulada algo mayor (11,06% frente a 8,82%).
Juan Manuel Vicente Casadevall, EAFI Kessler & Casadevall Asesoramiento Financiero
La selección es clave
Los resultados de estas clases de fondos, sean mixtos o de rentabilidad absoluta, pueden resultar modestas o directamente decepcionantes. Las oscilaciones son marcadas y si uno hace el cálculo la rentabilidad anualizada se queda claramente por debajo del 2%.Sin embargo, si uno toma en consideración solo el primer quintil de estos universos de fondos en términos de comportamiento observará que las rentabilidades y el control en las caídas ha sido destacado.Ello pone de manifiesto que acertar con la selección en esta categorías de fondos es clave y más decisivo que con otras clases de activo.