La banca atenaza a la vivienda
Frente a la recuperación experimentada por el mercado inmobiliario desde enero pasado, las estadísticas han vuelto a reflejar en los últimos meses un cambio de tendencia y una nueva caída en las ventas de casas. La ralentización experimentada por las rebajas de precios y la presión que ejerce la oferta en manos de bancos y cajas parece explicar este retorno a la senda bajista. De hecho, algunos expertos insisten en que los precios deberían seguir recortándose.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer los datos de contratación de hipotecas correspondientes a julio. Estas cifras constatan que el número de préstamos suscritos moderó su descenso en julio y disminuyó un 6,8% respecto a 2009. Este indicador de actividad del mercado encadena con ésta la tercera bajada consecutiva, frente a los cuatro incrementos registrados de enero a abril.
El importe medio de las hipotecas constituidas sobre viviendas alcanzó en julio los 122.238 euros, un 5,9% más que en igual mes del año pasado, mientras que el capital prestado bajó un 1,3% en tasa interanual, hasta sumar 6.792 millones de euros. El hecho de que los importes medios vuelvan a subir podría ser consecuencia de que en algunas zonas los precios de los inmuebles ya no bajan e incluso en los menos han iniciado un suave ascenso, tal y como recordó la pasada semana el presidente del Gobierno.
Con casas aún caras y crédito sólo para unos pocos, es normal que el mercado siga a la baja
Pero lo que sin duda está jugando un papel determinante en la actividad es la ingente oferta (no cuantificada en detalle, por cierto) que sigue estando en manos de bancos y cajas. Y es que el crédito no termina de fluir para el común de los mortales, salvo que sea para adquirir una casa procedente del stock de una entidad financiera. En ese caso todo, absolutamente todo, son facilidades. Hasta tal punto les urge a los bancos soltar ese lastre (a partir de enero de 2011 se endurece la política de provisiones a la que les obliga el Banco de España) que han vuelto a conceder préstamos por más del 80% del valor de tasación de la vivienda, las otrora llamadas hipotecas tóxicas. Las entidades están descubriendo ahora lo que los promotores debieron probar al comienzo del crac: "si el precio baja lo suficiente y además hay financiación garantizada, la venta está asegurada", recuerdan desde Jones Lang LaSalle.
Como en paralelo a este fenómeno los precios han ido mes a mes bajando el ritmo de sus descuentos, quizás influidos por la ilusión de que la crisis hubiese tocado fondo animada por los cambios fiscales que se avecinan, las ventas han seguido esa misma senda: han ido perdiendo fuelle.
Pocos cambios Conclusión: para el común de las familias que quieran comprar casa, el precio ha bajado poco más de un 12% desde máximos (según datos del Ministerio de Vivienda), el crédito sigue sin ser fácil de conseguir, salvo que la casa que deseen pertenezca al banco; y la coyuntura macroeconómica no es hoy mucho mejor que hace un año. Ante este panorama no es descabellado pensar que buena parte de esa demanda opte por esperar y ver. Sólo la posibilidad de perder la deducción fiscal por compra de piso para las rentas superiores a 24.000 euros brutos al año a partir de enero próximo parece pesar en algunas operaciones, que finalmente se adelantarán a este segundo semestre del año. Lo normal, en cambio, es que las estadísticas continúen reflejando un mercado bajista, tanto en operaciones, como en precios. Así, las cifras publicadas ayer por el INE suponen un frenazo a las expectativas de estar ante el fin de la crisis. El G-14, grupo de las grandes inmobiliarias, considera que dichos datos prueban que las ventas de pisos se han frenado una vez finalizado el efecto de la subida del IVA.
"A partir de junio se frenó la mejora de las compraventas que se venía registrando en los primeros meses del año, lo que indica que la recuperación no está clara", indicó el secretario general del grupo, Pedro Pérez.