Bruselas prevé más crecimiento en 2010, pero mantiene la cautela
La CE revisó ayer al alza drásticamente su previsión de crecimiento tanto para la UE como para la zona euro, pero advirtió que sigue existiendo mucha incertidumbre. Bruselas también mejora el dato para España, aunque insiste en un tercer trimestre negativo en este año.
El pasado semestre, excepcional. El actual, no tanto. Y sobre 2011, la Comisión Europea no se atreve todavía a pronosticar si será el año de la recuperación económica definitiva o el de una temible recaída de la zona euro y de la Unión Europea.
"Ya estamos pisando tierra firme, pero todavía no podemos cantar victoria", resumió ayer el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Olli Rehn, el contenido de las nuevas previsiones económicas intermedias de la CE.
El documento revisa al alza los datos de crecimiento para este año de los siete países analizados (España, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Polonia y Holanda), así como del conjunto de la zona euro (del 0,9% al 1,7%) y de la UE (del 1% al 2,8%).
La CE apuesta por una "recuperación a dos o más velocidades"
Pero Rehn reconoció durante la rueda de prensa de presentación de las previsiones que se trata de una mejoría tan coyuntural (basada en el excepcional crecimiento del segundo trimestre de este año) como desigual en su distribución geográfica. "Se confirma el pronóstico de la CE sobre una recuperación a dos velocidades", señaló el comisario finlandés.
Y la economía alemana y la española son los epítomes de esa recuperación desigual. Bruselas admite que España puede registrar este año un crecimiento negativo de -0,3%, como aseguraba el Gobierno y se empecinaba en negar el departamento comunitario de Economía (que hace un año preveía una caída de hasta el 0,8%).
Pero eso no impide que España siga siendo el único gran país de la UE que cerrará el año en terreno negativo, cada vez más lejos de un continente que parece resurgir gracias al arrastre de Alemania. "La recuperación de Alemania es una buena noticia para todos", señaló Rehn. "Su efecto se nota sobre todo en los países de Europa Central y del Este, pero acabará llegando al resto".
Alemania, desmintiendo también las proyecciones previas de la CE, podría cerrar el año con un crecimiento del 3,4%, más propio de una economía en convergencia que de un país tan consolidado.
Bruselas sólo auguraba hasta ahora el 1,2%, pero tras un segundo trimestre excepcional (con un crecimiento del 2,2%, la cota trimestral más alta desde la reunificación del país) ha tenido que rendi-¿sostenible?- de la economía alemana. La CE augura ahora que la locomotora alemana continuará a buen ritmo a pesar de que las dudas sobre la economía estadounidense y asiática pueden atemperar su potencia exportadora.
El departamento de Rehn parece convencido de que la demanda interna alemana, en la que nadie confiaba, podrá compensar cualquier caída de la actividad exterior. Sólo cabe esperar, por el bien de la zona euro y de la UE, que la CE no se equivoque una vez más con esta predicción.
Salgado y Rehn discrepan sobre el tercer trimestre
Las previsiones económicas de la Comisión Europea tienen fama de errar siempre por el lado pesimista. En el caso de España, durante los años del boom, Bruselas predecía sistemáticamente un crecimiento por debajo del resultado final. Y desde que estalló la burbuja inmobiliaria, el departamento del comisario Olli Rehn (y antes, de Joaquín Almunia) anuncian siempre para España unos datos desastrosos que, por suerte para el país, no llegan a cumplirse.Ayer, con la presentación de las previsiones económicas intermedias, la CE recayó en su vicio. Y aunque ha acabado aceptando la previsión de crecimiento para 2010 de la ministra de Economía, Elena Salgado, sigue insistiendo en que el tercer trimestre acusará una recaída temporal del 0,1% como consecuencia del aumento del IVA desde el pasado 1 de julio. El ministerio de Salgado, sin embargo, sigue esperando que todos los trimestres de año arrojen un resultado positivo, aunque el balance interanual termine en el -0,3%.Bruselas ya ha sobrevalorado en otras ocasiones el impacto e la subida del IVA sobre el consumo. Su principal error de apreciación lo cometió con Alemania, país al que, antes de la crisis, intentó disuadir sobre su decisión.En el caso de España, la CE acepta la medida como un paso imprescindible hacia la consolidación fiscal. Rehn insistió ayer en que España, Portugal e Irlanda deben mantener la senda de la austeridad para alimentar la confianza de los mercados financieros. El finlandés también urgió a esos países a acometer cuanto antes las reformas estructurales necesarias (mercado laboral, competencia en el sector servicios, etc.) para recuperar competitividad frente al resto de socios de la zona euro.