Liquidez, Bolsa internacional y renta fija frente a las turbulencias
Productos seguros y de liquidez diaria, y valores fuertes y con buenos dividendos de Europa y EE UU. Una suma que aconsejan los expertos para crear una cartera sólida y rentable
El desconcierto domina en los mercados. La elevada volatilidad en las Bolsas, las diferencias sustanciales entre las rentabilidades que ofrecen los bonos de los países de una misma área económica, como la zona euro, o la inestabilidad de las divisas son el reflejo de la situación más complicada en muchos meses. Europa está en el ojo del huracán, y el mercado cuestiona tanto sus bases financieras y monetarias como su capacidad para superar la recesión. En el lado opuesto, afloran datos positivos, como los resultados empresariales.
Con este contexto, una opción para el inversor es lanzarse a cazar gangas, que existen. Pero la mayor parte de los expertos cree que un inversor medio, con un perfil más bien conservador y que se conforme con rentabilidades moderadas, debe actuar con precaución. En esta línea se pronuncia Santiago Daniel, de Deutsche Bank, que señala que, salvo el caso de inversores cortoplacistas, la teoría indica que no es bueno tomar decisiones con los vaivenes del mercado. Y reflexiona que, en estos momentos anormalmente volátiles, sería mejor guardar los ahorros en activos más conservadores.
Enrique Borrajeros, de Abante Asesores, manifiesta que, pese a que la inestabilidad es un precio que hay que pagar, es preciso tomar decisiones. Afirma que se trata de una etapa en la que no hay que subirse con fuerza a las Bolsas, pero tampoco rechazar la renta variable. Añade que, aunque la recuperación es más evidente en Estados Unidos, es mejor diversificar y estar en otros mercados.
Diversificación y cautela son así las palabras más utilizadas. Sobre estas bases, gestores y expertos estiman que, con un peso que puede cambiar en función del inversor, unas carteras orientadas a capear las turbulencias deben apostar por la liquidez. Y ésta puede ser aportada por los fondos que cuenten con valor liquidativo diario. Entre ellos estarían, si además se opta por la prudencia, los fondepósitos -que invierten en depósitos- y los monetarios. Y la Bolsa, especialmente estadounidense o europea, debería figurar. æpermil;sta aporta capacidad de revalorización a medio plazo, si los valores son bien elegidos, y en muchos casos una elevada rentabilidad por dividendo.
Jesús María de Ipiña, de Atlas Capital, no descarta sustos recurrentes en los mercados y caídas bruscas, pero cree que puede ser el momento de asumir algo más de riesgo. Añade que Europa está barata porque ha caído en exceso, también Telefónica con una baja dependencia de España y una elevada generación de caja. Por el contrario, advierte de que entramos en una fase de riesgos regulatorios que afectarán a la banca.
Antonio Zamora, director de inversiones de Banco Sabadell, estima igualmente que Europa ha recuperado parte de su atractivo, tras las medidas de apoyo financiero acordadas. Por ello, la renta variable europea puede ser un activo a sobreponderar con moderación.
Para Marian Fernández, gestora de Inversis, es necesario que el inversor se sienta seguro. Por valoración, su firma ahora prefiere la renta variable porque, además, los beneficios están sorprendiendo positivamente. Y las Bolsas de Europa, Estados Unidos y Japón, si bien precisa que en cuestión de renta variable es mejor fijarse en el medio plazo.
Con la idea de que hay que actuar con la cabeza fría y defendiendo la liquidez, José Luis Jiménez, de March Gestión, aconseja algo que, a veces, se olvida: comprar en los valles y vender en los picos. Prefiere la renta fija privada a través de fondos, y la renta variable global y emergente. Dice no a la Bolsa española.
1. Monetarios con diversos perfiles
La renta fija a través de los fondos monetarios es un consejo reiterado, pero la rentabilidad varía en función de la elección. Santiago Daniel, de Deutsche Bank, resalta que se trata de una inversión "cómoda, líquida y transparente, con ventajas fiscales. Invertir en renta fija a través de fondos es siempre recomendable", subraya. Asevera que el mercado ofrece oportunidades y más en momentos de crisis. Y si se busca más rentabilidad, se puede lograr vía una cartera de bonos corporativos bien seleccionados. Para un inversor de aversión media al riesgo, cita los bonos emergentes en moneda local.
Para José Luis Jiménez, la renta fija privada tiene en este momento alicientes frente a la estatal.
Hay, por tanto, opciones para casi todos los perfiles y también se puede elegir algo más conservador, aunque la rentabilidad sea menos elevada. Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult, indica que está tomando más atractivo la inversión en deuda soberana después de las últimas subastas. Otra cualidad que nombra: al estar diversificados se reduce el riesgo frente a la compra directa. Y Jesús de Ipiña dice que en la renta fija hay cierto valor mientras no suban los tipos, algo que no cree próximo por el estancamiento económico.
Otro posible refugio son los fondepósitos, aunque algunos analistas estiman que es sólo una forma de mantener aparcado el dinero a la espera de un panorama más tranquilo. La rentabilidad es escasa, con una debilitada guerra del pasivo que apenas se percibe en ellos, pero la inversión no queda atrapada como con los depósitos. Expertos, como Alfonso de Gregorio, precisan que cuentan con ventajas fiscales si el inversor entra y sale de un fondo a otro. Borrajeros, de Abante, concluye que no le gustan esos productos como concepto, pero sí pueden tener sentido de forma puntual.
2. Mixtos, de renta variable y de autor
Opciones idóneas para el momento actual para complementar otras vías más conservadoras pueden ser los fondos de renta variable, los mixtos (renta variable y renta fija). Y se puede elegir los que el gestor es uno de los principales activos. Ana Figaredo, consejera delegada de la banca privada Lombard Odier, nombra los de renta variable alemana, ya que se pueden beneficiar de su componente exportador con un euro débil; pero matiza que es necesario tener en cuenta otras características de esos valores. Jesús de Ipiña agrega que los próximos años serán buenos para la renta variable europea y que es el momento de apostar por la gestión activa en manos de buenos profesionales. Y, asimismo, mixtos de gestores de prestigio que puedan infraponderar o sobreponderar renta fija o variable en función de las oportunidades que perciba en los mercados.
Por otro lado, María Forqué, de Tressis, apunta hacia otro producto con perfil mixto: los fondos que entran en bonos convertibles. "Tienen exposición en renta variable, pero con menos riesgo. Dan además más rentabilidad". Pero concluye que es mejor mantenerlos entre 6 y doce meses. Y Marian Fernández, de Inversis, afirma que están positivos en gestión alternativa, pero en los fondos más líquidos y más transparentes, siempre que se conozca que hay detrás. Son productos menos correlacionados con el mercado, pero que deben superar las leyendas negras y los cambios de las normativas.
3. Complemento para algunas carteras
Que se prefiera la liquidez no es incompatible con productos de características diferentes, aunque puede que no sean idóneos para todos los inversores. María Forqué se refiere a que es posible cubrirse de algún modo de las turbulencias con apuestas como la del oro. El metal precioso ha marcado récords en las últimas jornadas al superar los 1.200 dólares la onza. Cita fondos que pueden jugar contra la volatilidad de los mercados. Y Ana Figaredo, cuyos clientes son de banca privada, indica que han estado formando carteras de monedas como el franco suizo, libras o dólares. En todo caso recuerda que siempre hay que tener presente las repercusiones fiscales y controlar el riesgo. Desde la gestora Aviva se aconseja los fondos de retorno absoluto, que gestionan de forma activa renta variable, fija, divisas y liquidez.
4. Apostar por el dólar con poco riesgo
Con el euro en declive y sin visos de mejora sostenida, el área de Estados Unidos gana fuerza. Pero con productos que no sean caros para un inversor europeo, que protejan de las turbulencias monetarias o, en caso contrario, con cobertura frente a los vaivenes de las cotizaciones de las monedas. Desde Gesconsult, se cita los ETF (fondos cotizados) sobre los mercados estadounidenses, que replican los índices y recogen la revalorización del dólar.
María Forqué alude a la renta variable en dólares. Su argumento es que la moneda europea va a seguir castigada, y que el diferencial de perspectivas de crecimiento de Estados Unidos y Europa es sustancial. Matiza que no es preciso tomar riesgo en divisas ya que se puede entrar en fondos en euros, pero que inviertan en valores estadounidenses.
Sin obviar esta trayectoria, Borrajeros advierte que se debería estar atentos al impacto de la revalorización del dólar en las compañías de ese país. Porque todo no es positivo y algunos valores podrían tener que revisar sus resultados a la baja por la reducción de su competitividad en los mercados exteriores. Alfonso de Gregorio agrega que la prevención habría que extenderla a Asia, y especialmente a China. El gigante asiático podría verse afectado por la subida de tipos de interés y por burbujas como la inmobiliaria. No obstante, en todos los casos el consejo es que los minoritarios entren con fondos y de la mano de asesores.
5. Sí a la renta variable, pero con una cuidada selección
Difícilmente, incluso en los escenarios más erráticos, los gestores prescinden de la renta variable. La directiva de Lombard Odier manifiesta que, aunque están más sobreponderados en renta fija, puede haber oportunidades de inversión. Santiago Daniel, de Deutsche Bank considera que se han creado posibilidades atractivas; y dentro de Europa, mejor la alemana. De España, cita a los líderes, Santander y Telefónica, por los precios actuales y por la elevada rentabilidad por dividendo.
Antonio Zamora, de Banco Sabadell, menciona criterios globales: que entre los valores elegidos predominen los de elevada capitalización, bajo endeudamiento y con mayor exposición al crecimiento económico global, táctica menos vulnerable que apostar sólo por los países desarrollados. Igualmente alude a aspectos más concretos y destaca la fuerza del mercado alemán, con empresas que se benefician del crecimiento global y de la depreciación del euro. Está entre los que opinan que las valoraciones son actualmente más atractivas en Europa que en el mercado de Estados Unidos.
Y Teun Draaisma, analista jefe para Europa de Morgan Stanley, señala que ha girado su recomendación sobre la renta variable europea de infraponderar a sobreponderar, pero puntualiza que es posible que la corrección no haya acabado todavía. Christian Blaabjerg, jefe de estrategia de Saxo Bank, concluye que las Bolsas han sufrido por la crisis de la deuda soberana, pero que la trayectoria última no se justifica por los fundamentales de los resultados corporativos que siguen subestimados.