Telefónica hace lo que hay que hacer
Las razones del presidente de Portugal Telecom (PT) contra el órdago de Telefónica para tomar el control de la brasileña Vivo son el mejor argumento a favor de la empresa española. Telefónica ofrece 5.700 millones de euros a PT por su mitad de Brasilcel, el holding con el que ambas controlan a medias el 60% de Vivo. Esa cifra representa una jugosa prima del 145%. Pero el consejo de PT la rechaza porque, según su presidente, Zeinal Bava, Vivo es "un activo potenciador del crecimiento futuro que no puede ser sólo medido a través de un criterio meramente financiero".
Está fuera de duda entonces que, conforme al criterio financiero, la operación tiene sentido. Y así lo valoraron ayer un buen número de analistas, entre ellos los de Banco Espírito Santo y Barclays, dos importantes accionistas de PT con el 7,9% y el 5,12%, respectivamente.
El plan de Telefónica para integrar sus negocios en Brasil de telefonía fija (Telesp) y de móvil (Vivo) va en una línea de desarrollo que no se ha visto en una década de alianza con PT. Por eso esta operación se esperaba hace tiempo. Telefónica puede sacar mejor partido de las sinergias en aquel enorme mercado potencial y cuenta con músculo financiero para acometerla. Por eso está en la obligación de intentarlo. Y no sólo por sus propios accionistas. También por los de Portugal Telecom.