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Columna
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Contando con un plan de rescate

Los inversores que deseaban adquirir gran cantidad de acciones en la parte baja del mercado pueden tener pronto otra oportunidad de hacerlo. Las acciones de los bancos griegos, que han perdido el 50% de su valor desde octubre, han manifestado sus esperanzas de que la UE y el FMI darán a Grecia el efectivo necesario a mediados de mayo. Sin embargo, los inversores aún están apostando de manera fuerte en el plan de rescate.

Si Grecia reprograma o reestructura su deuda, los bancos del país experimentarán grandes pérdidas. Los cuatro bancos más grandes poseen 33.000 millones de euros de la deuda de la República Helénica y han combinado los fondos propios de 20.000 millones, según Citigroup, por lo que un recorte de un 20% aplicado a los bonos del Gobierno reduciría un tercio el capital de los bancos. El capital tendría que ser reemplazado. Pero el Gobierno griego no está en condiciones de financiar un plan de rescate.

Los bancos tienen otras preocupaciones. El BCE ha relajado ya sus requisitos de garantía para que se puedan seguir aceptando los bonos del Gobierno griego. Se puede seguir haciéndolo, incluso si Fitch y Moody's siguen a Standard & Poor's en rebajar la deuda al estatus de basura. Pero si la posición de Grecia se deteriora más, el BCE tendría como mínimo que exigir recortes más duros para los bonos griegos, que son utilizados como garantía.

Mientras tanto, los bancos griegos también se enfrentan al riesgo siempre presente de que un gran número de preocupados ahorradores decidan sacar su dinero del país. E incluso aunque se mantuviera la confianza, la reducción de la economía griega incrementará los préstamos de mala calidad obligatoriamente.

Teniendo en cuenta estos escenarios sombríos, el mercado apenas está preparado para lo peor. Los cuatro mayores prestamistas negocian a una media de tres cuartas partes el valor contable de 2009, según Thomson Reuters. En comparación, las acciones de los bancos británicos se comercializaron al 10% de su valor contable a principios de 2009 cuando se cernía la amenaza de nacionalización.

Un plan de rescate dará lugar a una recuperación de los precios de la deuda griega, que a su vez deberá apoyar las valoraciones de los bancos. Pero en ausencia de un plan de rescate completo, habrá todavía un montón de inconvenientes en las acciones de los bancos griegos.

Por Nicholas Paisner

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