La donación privada es una asignatura por aprobar
La respuesta a dramas como la catástrofe de Haití revela que España es un país solidario. Los expertos advierten de que el sector social, sin embargo, tiene aún una asignatura pendiente: aumentar el número de donantes privados que colaboren con una organización no gubernamental (ONG). El 11% de la población colabora económicamente con causas sociales. Eso significa que cuatro millones de españoles destinan al año un total de 782 millones de euros, según un estudio de la Asociación Española de Fundrasing (AEF). Pero las cifras son muy inferiores en comparación con las países de nuestro entorno.
"En España el problema es que hay pocos donantes regulares", asegura Marcos Concepción, director de AEF. En Francia el porcentaje de personas que dan dinero a ONG asciende a un 41%, en Reino Unido supone un 56%, y en Estados Unidos la proporción se dispara hasta el 90%. Sin embargo, "cuando algo nos toca somos capaces de reaccionar", afirma Concepción. España lo ha demostrado con Haití: quinto puesto en el ranking de aportaciones privadas para la reconstrucción del país completamente devastado por el terremoto.
Este tipo de fenómenos muestran "la gran potencialidad del mercado español", apunta Concepción. Andreu Maldonado, director financiero de Médicos Sin Fronteras España (MSF), está de acuerdo: "España no es un mercado maduro, puede desarrollarse mucho más". "El sector se encuentra en una fase de desarrollo anterior en comparación con el mundo anglosajón" añade Horacio Hurtado, director en España de una de las principales consultoras de dirección del mundo, AT Kearney. En ese sentido, Hurtado explica que es básico optimizar los canales de captación de donantes. Especialmente en un sector tan atomizado como el social -15.000 ONG en 2005 (último dato disponible), según AEF-.
Los expertos destacan dos problemas en el sector social en España: por un lado, es todavía muy joven y tiene un amplio recorrido hacia una mayor profesionalización -particularmente en aquellas ONG no consolidadas o sin una dimensión internacional-. Del otro, existe una cuestión estructural: "las culturas anglosajonas tienen mucho más desarrollado el patrocinio individual y consideran menos el apoyo del Estado. Algo que se da también en la tradición asociativa francófona, o incluso en países como Alemania", según señala Maldonado.
Demasiada solidaridad
MSF experimentó una paradoja con el tsunami del sudeste asiático, que causó la muerte a más de 200.000 personas en 2007. La ONG se vio obligada a informar de que el dinero aportado superaba su capacidad de gestión en terreno. "Tuvimos que contratar a personal para gestionar las devoluciones", señala Maldonado. "El tsunami fue muy mediático y tuvimos una avalancha de donaciones". La organización puso especial énfasis en la transparencia. "Si nos dan dinero para el tsunami, nosotros lo gastamos en el tsunami", remacha Maldonado.
La escrupulosa transparencia de las ONG más serias refleja el temor por saber a dónde va el dinero. Una cuestión que en España supone un fuerte desincentivo para captar nuevos donantes. Escándalos pasados han suscitado recelo en la población. "Sucede como con un accidente aéreo. No sólo afecta a la compañía en cuestión, sino a todas las demás", remarca Sergio González, asociado de AT Kearney. En ese sentido, González señala la importancia de instituciones como la Fundación Lealtad que velan por la transparencia de las ONG. Una cuestión fundamental si se quiere que el número de donantes privados despegue por fin definitivamente.
Las ONG deben optimizar sus canales de captación
Horacio Hurtado, de AT Kearney, recuerda que las ONG deben funcionar como empresas. "Aspectos como la gestión estratégica, la atención al donante, el ofrecer un producto y un servicio con calidad, deben realizarse de manera más eficiente".La optimización de los recursos es crucial en un sector muy fragmentado. Lo que se traduce en "mucha gente compitiendo por unas fuentes de financiación limitadas". Un factor acrecentado por la crisis y que hace peligrar la supervivencia de las ONG con menos recursos. Por ello, la consultora advierte sobre la importancia de gestionar adecuadamente los canales de captación, una de las variables más críticas en su consolidación, por su fuerte relación con la fidelidad del donante.