El riesgo moral de los 'hedge funds'
Hablemos de riesgo moral. Los 25 primeros directores de hedge funds engordaron sus carteras con 25.000 millones de dólares en 2009. Muchos de ellos, incluyendo a David Tepper y John Paulson, lo hicieron apostando en la recuperación de bancos y crédito que dependían de la intervención del Gobierno.
Los contribuyentes pueden estar molestos ya que mucha de esta bonanza se basó en apostar en los planes de rescate del Gobierno, especialmente los 4.000 millones que se anotó Tepper, según la revista AR.
Pero hacer dinero con políticas erróneas del Gobierno es una legítima parte de la tradición -muy anterior a la famosa apuesta contra la libra de George Soros en 1992-.
Además, a diferencia de los banqueros, la estructura de compensación de los hedge funds dificulta que los gestores hagan dinero al mismo tiempo que los inversores pierden la camisa. Desde luego, muchos de los hedge funds se han beneficiado tanto de una marea creciente del mercado como de las habilidades de inversión. La subida del 62% de Ken Griffin necesita compararse con su zambullida del 55% el año anterior. Grandes ganancias han seguido a un sombrío 2008 para Steve Cohen, Edward Lampert y Philip Falcone.
Tampoco las buenas cifras de ingresos pueden compararse con los sueldos netos. Con mucho de su dinero atado en los fondos, el pago a los principales inversores es realmente una medida del valor neto -dificultando la comparación directa con los ejecutivos pagados en efectivo-. Además, mientras muchos hedge funds capitalizados mediante los planes de rescate y las intervenciones del Gobierno en los mercados, ninguno ha tomado dinero directamente del Tío Sam. Sus payouts pueden despertar envidia pero no hay motivos reales para indignarse.
C. Swann