El MAB, una oportunidad de financiación empresarial
Si usted es un empresario español y su empresa continua en el mercado, enhorabuena por haber sobrevivido a la fuerte destrucción del tejido empresarial que se está produciendo en la economía española. Los motivos son evidentes, el cambio tan brusco del ciclo económico y los problemas de financiación empresarial. La economía española ha disfrutado de una época de aumento excepcional del endeudamiento, situación que por lógica no debería repetirse y que obliga a reemplazar el crédito evaporado por otra fuente de financiación empresarial. Con este planteamiento, el mercado bursátil puede ser el instrumento para desarrollar la financiación vía capital y convertirse en la evolución natural de la jerarquía financiera.
La teoría de la jerarquía financiera, descrita por Donaldson (1961), establece un orden de preferencia a la hora de financiar inversiones nuevas o de crecimiento, consistente en que las empresas prefieren financiar sus nuevos proyectos mediante recursos generados internamente y en el supuesto de que éstos sean insuficientes, se optará por financiación mediante deuda y, sólo en último extremo, mediante capital. ¿Aplica su empresa la teoría de la jerarquía financiera? La última encuesta de acceso a la financiación de las pymes en la zona euro publicada por el BCE (septiembre de 2009) indica que la teoría se ejecuta en la práctica. Los datos presentados para el mercado español muestran que un 68% de las pymes encuestadas prefiere el préstamo bancario para financiarse, un 11% prefiere el préstamo con otra entidad, mientras que sólo un 6% prefiere la financiación vía capital.
¿Coinciden estas preferencias con la situación actual del mercado? Me temo que no, pues entre las consecuencias de la crisis están la reducción del crédito para empresas y el aumento del coste. La alternativa bursátil se debería consolidar como la opción más viable de financiación y en algunos casos, casi como la única. Sin embargo, esto no es lo que opinan las empresas, ya que un 98,5% de las pymes encuestadas no planea salir a cotizar en los próximos dos años.
Este planteamiento lleva a preguntarse si las empresas conocen el Mercado Alternativo Bursátil, MAB, diseñado para que las pymes que tengan un proyecto de crecimiento obtengan la financiación de dicha expansión con una regulación a medida, costes y procesos adaptados a este tipo de compañías. Las ventajas que ofrece el MAB son numerosas, entre las que destacan:
-Financiar el crecimiento empresarial superando las restricciones crediticias actuales y sin apalancar a la compañía.
-Ofrecer liquidez a los accionistas y facilitar la salida de éstos, sobre todo en empresas familiares tras los relevos generacionales.
-Obtener un nivel de notoriedad, prestigio e imagen de marca de cara a clientes, proveedores, entidades financieras y accionistas similar al primer mercado bursátil.
-Proporcionar a inversores nuevas oportunidades de inversión, mediante la diversificación de sus carteras en empresas de la economía real.
-Profesionalizar los órganos de dirección de la empresa, así como la mejora de la productividad y rentabilidad de la misma.
-Obtener una valoración objetiva de la compañía, al tener un precio de mercado.
-Someter a la empresa a un régimen de transparencia en sus actuaciones y sus estados financieros.
El MAB puede contribuir activamente a sostener la económica y apoyar la tan necesitada recuperación económica. De momento, sólo están cotizando cuatro compañías: Zinkia, Imaginarium, Medcomtech y Gowex, pero se esperan una veintena más para los próximos meses. Estas nuevas salidas darán una masa mínima al mercado, indispensable para atraer a potenciales inversores y favorecer así el tan ansiado desarrollo de un mercado bursátil para las pymes.
Teresa Mariño. Miembro de la Comisión de Valoración de AECA