¿Un PER más alto para el S&P 500?
La crisis ha puesto en entredicho algunas máximas de la inversión financiera que se daban por irrefutables. Por ejemplo, la que afirma que a largo plazo la inversión en Bolsa siempre es más rentable que la renta fija. Diez años después del estallido de la burbuja puntocom los principales índices no han ganado nada y en algunos casos están en pérdidas. Y es entonces cuando cobran relevancia las tendencias del mercado. Porque desde ese mes de marzo de 2000 las Bolsas han vivido varias fases bien diferenciadas: dos de ellas bajistas y otras dos alcistas.
Así que sin necesidad de hacer un trading especulativo, se puede ganar aprovechando tendencias de largo plazo.
El estratega jefe de renta variable estadounidense de Bank of America Merrill Lynch, David Bianco, ha elaborado un interesante estudio sobre la rentabilidad ofrecida por el S&P 500 en un plazo de 50 años. El índice ha arrojado una rentabilidad anualizada del 9,5% en dicho periodo. Sin embargo la ganancia para un inversor que hubiera entrado, por ejemplo, en un fondo ligado al S&P 500 hace 50 años habría sido del 1,3% de media anual. La diferencia se explica por los costes que ha soportado el inversor: costes de intermediación y gestión, impuestos sobre dividendos y ganancias de capital y, muy importante, por el efecto de la inflación.
A día de hoy los precios han caído por debajo de la media histórica, con lo que es más sencillo obtener rentabilidades reales que en momentos del ciclo económico más expansivos. Y también han bajado los costes de intermediación y de gestión de fondos y los impuestos son inferiores a esa media histórica. Por lo que, según Bianco, se puede justificar un PER más elevado que la media histórica en el S&P 500 (en torno a 15 veces), porque si impuestos, costes e inflación se mantienen por debajo de la media histórica, será necesario que la Bolsa suba menos que en el pasado para obtener la misma rentabilidad real.