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Columna
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Cerveza a la japonesa

La volatilidad del mercado ha conseguido detener a un posible monstruo de la cerveza. Las fábricas japonesas Kirin y Suntory han cancelado una fusión que habría supuesto convertirse en un gigante que acaparara el 50% del mercado de cerveza de Japón. Es una lástima, no obstante, que el acuerdo haya fracasado tampoco supone un shock. La consolidación seguirá teniendo sentido en tiempos más propicios.

La inestabilidad de los mercados suponen unas duras condiciones para ponerse de acuerdo sobre valoraciones relativas. El índice Nikkei ha caído en más del 9% desde el pico de enero. Las acciones de Kirin que cotizan en Tokio podrían haber caído incluso con más intensidad que las de la empresa familiar rival. Resolver cómo repartir entre los accionistas la ampliación de la compañía, hasta ahora un desafío permanente para la fusión, se ha hecho incluso más difícil. Otros típicos obstáculos cómo quienes deberían ser las personas a cargo de la empresa, han supuesto más piedras en el camino. Factores que, sin embargo, no deberían acabar con la lógica de la transacción. Según la consultora Business Monitor, los volúmenes de cerveza japonesa disminuirán alrededor de un 14% en 2014.

La fusión supone un gran acuerdo como para dejarlo pasar sin más. Suponga que Suntory obtiene 1.400 millones de dólares de Ebitda este año, según Credit Suisse. Ponga ahora que Kirin valga 9.800 millones. Añada que la valoración de Kirin hoy y del nuevo grupo valdría más de 30.000 millones. El Godzilla de la cerveza merece una segunda oportunidad.

Por John Foley

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