Ferrovial renuncia a su mayor obra por un desacuerdo tarifario con el Gobierno polaco
La ruptura de las negociaciones con el Gobierno de Polonia ha dado al traste con la que era la mayor obra de Ferrovial en previsión: la autopista A1. La concesión fue ganada hace un año y contemplaba una inversión de 2.100 millones, de los que 1.800 millones se destinarían a construcción. La firma intentó repercutir el creciente coste financiero en las tarifas en busca de rentabilidad. Un punto que ha impedido el acuerdo.
Enero de 2009: Cintra anuncia su entrada en Polonia con una adjudicación de relumbrón como es la construcción y explotación de la autopista A1, de 180 kilómetros entre Stryków y Pyrzowice. Un año después renuncia a la que se presentaba como su mayor actuación a la vista.
La concesión por 35 años obligaba a la filial de Ferrovial, que ganó el concurso con un 90% del consorcio y en compañía de dos hermanas de grupo, Agromán (4,95%) y Budimex (5,05%), a invertir 1.800 millones en la fase de construcción y otros 300 millones en mantenimiento durante el periodo de explotación. Empresa y Ministerio de Finanzas habían previsto 12 meses para acomodar los parámetros económicos del contrato a la actual crisis, pero los términos de las negociaciones han aconsejado a la firma de la familia Del Pino a dar un paso atrás.
Durante meses la concesionaria Autostrada Poludnie "ha solicitado modificaciones en las condiciones comerciales con el fin de hacer el proyecto económica y financieramente viable para sus sponsors y aceptable para el concedente", desveló ayer Ferrovial ante la CNMV.
El BEI y el BERD habían ofrecido 1.000 millones de financiación
Cintra contaba con el respaldo del BEI y del BERD para el cierre financiero. Fuentes solventes aseguran que entre las dos entidades públicas habían ofrecido 1.000 millones; el grupo Ferrovial pretendía asumir alrededor del 20% de la inversión con capital propio, y el 30% restante se había negociado con la banca privada.
En todo caso, el coste financiero lastraba seriamente la rentabilidad del proyecto si no se modificaban las tarifas. Un extremo por el que no ha querido pasar la Administración.
Las mismas fuentes aseguran que Ferrovial ha jugado a la defensiva prefiriendo reservar su capacidad de endeudamiento para afrontar planes más rentables. El grupo mantiene en cartera dos grandes proyectos en concesión: las autopistas texanas LBJ 635 (2.700 millones de dólares) y North Tarrant (2.000 millones de dólares). La A1 polaca no engrosaba aún la cartera de construcción, pero su pérdida supone un mazazo al suponer un 25% de los 7.994 millones que Ferrovial declaró a 30 de septiembre de 2009.
FCC se lleva una autopista de 2.000 millones en Eslovaquia
La española FCC y su filial austriaca Alpine son dos de las destacadas en el consorcio que se encargará de construir y operar durante 30 años un tramo de la autopista eslovaca D1, con obras por 1.990 millones.Se trata del principal eje transversal de transporte eslovaco, llamado a mejorar la comunicación entre Austria y Ucrania. El complejo tramo tendrá una longitud de 25 kilómetros, con 10,6 kilómetros de túneles y otros 7,6 kilómetros de puentes.La española comunicó ayer que, tras apuntarse esta concesión, trabajará en los próximos meses en el cierre financiero.En la gestión FCC cuenta con el 25,05%, por otro 25% en manos de Hochtief (participada en un 30% por ACS) y un 49,9% para Western Carpatian. En la construcción Alpine y Hochtief se reparten el trabajo al 50%, al igual que en el mantenimiento.
La cifra
1,84% se dejó ayer Ferrovial en Bolsa, hasta cerrar en ocho euros. Fue la peor constructora de una jornada en la que el Ibex perdió un 1,09%.