Visa descarta que la banca española logre implantar las tarjetas con chip a tiempo
España implementará con seis meses de retraso la nueva tecnología chip en tarjetas, vaticinó ayer Visa. La innovación -que requerirá a los titulares de un plástico teclear su PIN al hacer una compra en lugar de estampar su firma- forma parte de la llegada de la zona única de pagos del euro (SEPA, en inglés). Esta iniciativa homogeneizará los pagos electrónicos en la eurozona.
"La mayor parte de los bancos ha comenzado a sustituir de forma masiva la banda magnética por el chip. Diría que todas las entidades habrán concluido la migración a mediados de 2011", afirmó ayer Luis García, director general de Visa España. El BCE ha indicado que esta transición debe concluir a finales de 2010. García recuerda que esa fecha es una mera "recomendación" y que, para entonces, "la mayor parte del parque de tarjetas estará adaptado". Al cierre del pasado septiembre sólo un 14,4% de las 74,7 millones de unidades que hay en el país contaban con chip. En contraste, casi todos los cajeros y datáfonos españoles aceptan el nuevo estándar.
Visa Europa logró en 2009 un aumento de las transacciones del 8,2% y una alza del 3,3% en el gasto en comercios y cajeros. El número de plásticos subió un 5,3%. Aun así, el gasto anual por tarjeta bajó un 1,6%, hasta 2.397 euros.