El estornudo de la economía china
Bajo la confusión y opacidad que caracterizan las decisiones de las autoridades económicas de China, el presidente de la Comisión Regulatoria Bancaria del gigante asiático, Liu Mingkang, anunció ayer que ha pedido a algunos bancos que limiten el crédito a empresas y a particulares. En China, esta petición equivale a una orden. La pretensión formal del Gobierno es reducir el dinero en circulación y evitar una potencial burbuja de crédito. æpermil;ste registra hoy crecimientos del 22% anual, que amenazan no sólo con elevar los precios, sino con generar también una peligrosa inflación de activos, incluida la temida burbuja inmobiliaria. Las Bolsas de medio mundo reaccionaron con fuertes caídas, empujadas a la baja también por unos resultados de la banca de EE UU peores de lo esperado y nuevas dudas sobre la fuerza de la recuperación.
El mundo es cada vez más sensible a cualquier vaivén de la economía china, cuyo peso crece de forma exponencial. Su fortaleza, al igual que la de otros gigantes emergentes como India y Brasil, puede servir de estímulo para salir de una crisis que aún tiene debilitadas a muchas economías desarrolladas. No se sabe si en esta ocasión será real la amenaza del Gobierno chino. Pero cada vez es más obvio que el estornudo en China, constipa al mundo.