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Columna
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Verizon juega rudo con Vodafone

Ivan Seidenberg está jugando rudo con Verizon Wireless. El jefe de Verizon Communications ha declarado que los dividendos de la joint venture de telefonía móvil en EE UU que comparte con Vodafone -dueña del 45%- tendrán que esperar. Igualmente ha desestimado cualquier otra solución a largo plazo para la actual situación. Pero en cierta forma, hay interés por parte de las dos compañías de encontrar una salida. Los comentarios de Seidenberg podrían ser considerados como parte de una negociación para varios años.

Verizon Wireless no ha repartido dividendos desde 2005. Controlada por la matriz, Verizon Communications, ha encontrado un mejor uso para el dinero a pesar de la frustración de Vodafone. Así, se hizo por sorpresa con Alltel por 28.000 millones en 2008 y ha amortizado deuda de forma sostenida, actualmente en 32.000 millones.

Seidenberg ha negado continuadamente dividendos a Vodafone, con la aparente esperanza de que la joint venture se reestructure a su favor. Ahora, dice que Vodafone tendrá que esperar otros tres años para cobrar dividendo, siempre que no haya otros destinos para ese dinero. Esto es, al menos, el doble de tiempo que esperaban los analistas.

Lo que no debería preocupar excesivamente a los inversores de Vodafone, pues Verizon Wireless tiene pocas oportunidades de adquisiciones en el mercado doméstico y necesitaría el permiso de Vodafone para comprar en el extranjero. Y además, la matriz Verizon Communications precisa mucho dinero si quiere mantener los 5.000 millones de dividendos que distribuye entre sus propios accionistas.

La débil situación financiera de la matriz puede ser una de las razones por las que Seidenberg ni se plantea adquirir la participación de Vodafone, estimada en 65.000 millones de dólares, incluso sin pagar prima. Por supuesto, no se descarta una megafusión entre las dos matrices o un asset swap bajo el cual, Verizon Communications entregase a Vodafone su participación en otra joint venture en el mercado italiano a cambio de un buen trozo de Verizon Wireless.

Seidenberg, que con 62 años no tiene un claro sucesor, tiene numerosos incentivos para encontrar una solución a Verizon Wireless. No puede esperar eternamente. Pero por otro lado, promesas de dividendos inminentes para Vodafone podrían socavar su posición negociadora.

Por Una Galani

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