Cambio de tendencia sin ritmo
Los datos proporcionados por Inverco para el pasado mes de noviembre confirman al menos dos puntos. El primero es que hemos dejado atrás la pesadilla de 2008 y que incluso meses con comportamiento de los mercados nerviosos, como el último, no se traducen en fuertes reembolsos de dinero por parte de los partícipes. Por otro lado confirma que el mercado de fondos español sigue sin arrancar si los comparamos con el conjunto europeo y alterna meses de suscripciones netas con meses de reembolsos.
Así, en noviembre las salidas netas de dinero ascendieron a 382 millones de euros, según Inverco, lo que contrasta con las suscripciones de más de 700 millones del mes de octubre. Por ello, seguimos alternando meses de cal y arena en contraste con el mercado. Seguramente nuestra criticable estructura de distribución de fondos y productos financieros en general, dominada por los bancos y cajas, significa que éstos empujan los productos que más le interesan en cada momento y en 2008 y 2009 han sido depósitos, lo que les permite financiar sus balances. Posiblemente, hasta que las entidades financieras no apuesten por los fondos de inversión difícilmente éstos despegarán en términos de ventas. Esperemos que cuando ello suceda el comportamiento de los mercados siga todavía acompañando.
En noviembre las Bolsas siguieron en un movimiento lateral para los principales índices, la volatilidad aumentó y la deuda tanto pública como privada tuvieron un comportamiento positivo aunque másmodesto que en meses anteriores en el caso de la renta fija corporativa.
Por el lado de la renta variable, analizado a través del sistema de clasificación de Lipper, queda claro cuál fue el ganador: los fondos de Bolsa del sector oro con una ganancia media del 14,84% (la rentabilidad media acumulada de los 11 meses transcurridos del año es del 60%). Estos últimos, las verdaderas estrellas del año, volvieron a tener un comportamiento positivo aunque menos destacado que en meses anteriores. Despuntaron especialmente los fondos emergentes latinoamericanos que se apuntaron un 5,98% de media y acumulan ya un 84% en el año.
En el extremo contrario encontramos los fondos de Bolsa de pequeñas y medianas compañías japonesas, que con casi un 5% de minusvalía media en el mes apenas logran situarse en positivo con pocomás de un 1% en el acumulado de 2009. Los fondos de Bolsa japonesa y renta variable del sector inmobiliario también se situaron en negativo.
Por último, los emergentes asiáticos sintieron las turbulencias en la región y se dejaron un 1%, aunque todavía acumulan una plusvalía media algo superior al 50%.
Los fondos de Bolsa española, con un retorno medio del 2% exactamente, volvieron batir los de Bolsa europea y norteamericana.
En el lado de la renta fija destacaron los fondos de deuda a largo plazo, gracias a una caída significativa de los rendimientos en ese segmento de la curva.
Concretamente, los fondos pertenecientes a la categoría de renta fija en euros a largo plazo se apuntaron un 1,31% en el mes, impulsando la rentabilidad media en el acumulado del año hasta algo más del 6%. No así los de high yield, con sólo 0,27%. Ello supone un cambio con respecto a lo que ha venido sucediendo todo el año, donde los fondos de deuda de alto rendimiento han obtenido plusvalías históricas que superan el 50% en el año. Hay que estar vigilantes ante un posible agotamiento de este tipo de activo.
Por último, la deuda a corto plazo en euros sufrió ante la perspectiva de que los tipos a corto pueden estar tocando suelo y apenas consiguió situarse en positivo.
Los monetarios en euros tuvieron el peormes del año y se apuntaron un ridículo 0,02% en noviembre, acumulando un magro 1,13% en el año a punto de cerrar.
Adiós a los monetarios
Los inversores se despiden de los fondos de inversión en activos monetarios que sufren salidas por casi 561 millones de euros. Los partícipes siguen siendo conservadores porque el grueso de las entradas de patrimonio va hacia las instituciones de inversión colectiva con carteras colocadas en títulos de renta fija de la zona euro a largo plazo, que reciben flujos de capital por 560 millones. Después se sitúan los fondos con portfolios globales que reciben 465 millones de euros, según los datos recopilados por Lipper.