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Turbulencias en la zona euro

La Europa de dos velocidades, en versión financiera

El mercado teme costes de financiación más elevados para los países periféricos.

La deuda de los Estados empieza a preocupar. Una vez superada la amenaza de riesgo sistémico y con una incipiente recuperación económica, el mercado teme las consecuencias del enorme deterioro de las arcas públicas. La rebaja de rating a Grecia por parte de Fitch y la revisión de la perspectiva de España de la mano de Standard & Poor's han hecho saltar las alarmas al abrir una brecha entre los países periféricos y de Europa central.

"Hace unos meses el mercado no se preocupaba del riesgo que asumían los Estados. A partir de ahora si los países periféricos quieren financiarse a tipos similares a los de Alemania deberán demostrar disciplina presupuestaria y capacidad de crecimiento. Los inversores pueden empezar a discriminar entre la deuda de unos países y otros", explica Jordi Padilla, de Popular Gestión Privada. "Entramos en una situación en la que los mercados empiezan a cambiar las pautas de comportamiento. Por primera vez se ha producido un shock asimétrico en la Unión Europea", añade José Manuel Pazos de Omega IGF.

El mercado, de hecho, no ha tardado en mostrar sus preferencias y ayer las primas de riesgo de los países como España, Grecia, Italia, Irlanda y Portugal fueron las que más sufrieron. El diferencial entre la deuda alemana y la griega repuntó hasta 246 puntos básicos, la de Irlanda alcanzó 190, mientras que la española se situó en 69,2, niveles, pese a todo, aún inferiores de los máximos de principios de año.

Los expertos, con todo, recuerdan que las diferencias entre unos y otros países son bien distintas. España aún tiene un rating muy elevado, de AA+ para Standard & Poor's, mientras que Fitch dejó esta semana el de Grecia en BBB+, tres niveles por encima del de bono basura.

"Si el rating de Grecia baja por debajo de grado de inversión podría implicar su salida de la Unión Europea pero no hay riesgo para pensar que pueda ocurrir. Lo razonable sería que el BCE de una manera directa o indirecta intervenga si se complica la situación", dice Juan Ramón Caridad, de Atlas Capital.

Pocos expertos consideran que los problemas de Grecia pueden derivar en una suspensión de pagos del país puesto que las consecuencias resultarían devastadoras. "El antecedente de Lehman ha puesto en evidencia que el mercado no acepta un riesgo sistémico de esa categoría", argumenta José Manuel Pazos, socio director de Omega IGF. Eso sin mencionar el efecto en cadena que generaría semejante acontecimiento, al tiempo que haría tambalear el modelo de la UE. De momento, el mercado no lo descuenta. "Cuando los países quiebran los tipos se van al 30% no al 5,5%", explica Silvia García-Castaño, de BNP Paribas.

Las autoridades han tratado de enviar mensajes conciliadores. El ministro de finanzas griego, George Papaconstantinou declaró ayer que no hay riesgo de impago y defendió las iniciativas que ha tomado el gobierno para tratar de atajar la deuda. El comisarios de asuntos Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, también ha resaltado recientemente el apoyo de la UE.

La capacidad de financiación de los Estados todavía no se cuestiona pero sí preocupa su encarecimiento. "Cuando la deuda supera el 100% del PIB puede resultar un lastre para la economía de un país puesto que un porcentaje importante de los presupuestos se destina a pagar intereses, lo que puede generar una espiral peligrosa si la deuda genera más deuda", añade Padilla.

De momento, el mercado absorbe el papel pero están por ver los precios futuros. "El problema no es tanto dónde están los endeudamientos actualmente sino hacia dónde se dirigen", comenta Beatriz Tejero, analista de Banco Urquijo. Credit Suisse considera que el diferencial de la deuda española debería alcanzar los 120 puntos básicos por el apalancamiento de la economía, mientras que para Grecia calcula 270 puntos básicos. El tiempo dirá.

Las cifras

 

5,59% es el tipo de interés al que cotizaban ayer en el mercado los bonos a 10 años de Grecia. El tipo del bono español se situó en el 3,83%.

12,7% es el déficit presupuestario que la Comisión Europea calcula que Grecia tendrá en 2010. Para España las previsiones del organismo apuntan al 10,1%

Bruselas resta importancia al rating

La Comisión Europea se negó ayer a comentar el anuncio de Standard & Poor's sobre la posibilidad de rebajar el rating de la deuda pública española. Fuentes comunitarias, además, restaron importancia a la decisión. Y recordaron que el diferencial del bono español con el alemán (algo más de medio punto) o incluso el del griego (más de dos puntos y medio), se encuentran todavía muy lejos de los niveles que soportaban esos dos países antes del comienzo de la zona Euro. Bruselas, en cualquier, considera que el deterioro fiscal de Grecia no es en absoluto comparable con la situación de España.En el análisis del organismo comunitario, el aumento de los diferenciales supone una evolución normal en un momento en que los mercados acusan el nerviosismo propio de fin de año, agravado por la crisis.Bruselas cree que la apertura de las horquillas llama la atención porque la primera década del euro coincidió con un periodo de liquidez extraordinaria, que permitió a los mercados olvidarse de la situación de cada país de la Unión Monetaria y tomar como referencia casi única el bono alemán.

El Tesoro subasta hoy obligaciones

El Tesoro pondrá hoy a prueba el apetito de los inversores por la deuda pública española. El Tesoro celebra hoy subasta de obligaciones a diez años, con un cupón del 4,3%, y en la que se ha puesto un objetivo de 2.000 millones de euros, ampliable como máximo a 3.000 millones. El cupón supone una prima de 47 puntos básicos sobre la rentabilidad de ayer la deuda española, que había ampliado su prima de riesgo frente al bono alemán a 69 puntos, desde los 54 puntos básicos del viernes.El Tesoro celebra también subasta de letras a tres y seis meses de plazo, que han ido recortando su rentabilidad en las sucesivas colocaciones hasta mínimos históricos. En la subasta del pasado 11 de noviembre, el Tesoro emitió letras a tres meses a un tipo de interés marginal del 0,468% por debajo del 0,489% de octubre y por un importe de 2.933 millones de euros, después de haber recibido solicitudes por una cantidad más de dos veces superior. El interés de las letras a seis meses de la subasta de noviembre quedó en el 0,589%, frente al 0,670% de octubre. Fueron adjudicados 3.814 millones de euros de los 8.685 solicitados.

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