El clima ahonda la brecha entre países ricos y pobres
La Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático transcurre con pocos avances y muchas discrepancias. El Gobierno danés, organizador de la Conferencia de Copenhague, echó ayer más leña al fuego de la desconfianza al filtrarse en el diario británico The Guardian un texto sobre reducción de emisiones. Lars Rasmusen, primer ministro danés, matizó que se trata de un borrador, aunque advirtió que, de no constatarse avances significativos para el fin de semana (cuando está prevista la llegada de los ministros de Medio Ambiente) sí realizarán una propuesta formal.
Tanto los países en vías de desarrollo, como la ONG Oxfam creen que el texto danés es un intento de favorecer los intereses de los países industrializados en el futuro reparto de cuotas de emisión. Mientras, los grandes emergentes, como China, Brasil, India y Sudáfrica abogan por mantener el curso iniciado con el Protocolo de Kioto hace ahora 12 años.
Islas sumergidas
La gran mayoría de los países acusan a los más ricos de ser los grandes responsables de un calentamiento global que se cebará más con los pobres. La incidencia del cambio climático lleva a llamadas tan agónicas como la de la delegación de Tuvalu, una isla del Pacífico amenazada por quedar sumergida, si no se adopta una resolución ambiciosa. Por su parte, el delegado de Sudán, Lumumba Stanislaus Di-Aping, criticó el documento danés y afirmó que los 10.000 millones de dólares anuales prometidos por los países ricos "no llegan para comprar ataúdes suficientes en el Tercer Mundo". Los dos países más contaminantes mantienen sus divergencias sobre la reducción de emisiones. El jefe de la delegación de Estados Unidos, Todd Stern, aseguró que no firmarán un acuerdo sin compromiso de China, país que, a su juicio, no debería recibir ayudas para adaptarse al cambio climático.
Washington propone reducir en 2020 en un 17% sus emisiones sobre 2005, pero el resto le reclama que tome como referencia 1990. Por su parte, China plantea recortar hasta un 45% su intensidad energética (consumo por unidad de PIB) respecto a 2005, objetivo poco ambicioso según EE UU y la UE. Los 27, que pretenden aprobar hoy el apoyo financiero a los países pobres, van más allá: reducir sus emisiones un 20%, ampliable al 30%, si los demás realizan esfuerzos similares.
Demasiadas incógnitas aún por resolver
Reino Unido, Australia, México y Noruega propusieron ayer unas bases para la creación de los denominados fondos verdes, con los que se pretenden financiar medidas para combatir el calentamiento. El objetivo de este texto es acabar con el punto muerto en el que se encuentran las negociaciones internacionales por esta cuestión, sobre la que persisten demasiadas incógnitas por resolver. Así, la propuesta no especifica ninguna cifra concreta, aunque estima que el coste de las medidas de lucha contra el cambio climático podría ascender a 300.000 millones de dólares anuales."Necesitamos una financiación previsible a largo plazo", dijo la jefa de la delegación noruega, Hanne Bjurstrom. México sugiere que se fijen las ayudas que aportará cada país según su PIB, población y nivel de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.