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Glenn Sykes | Director en Europa de la escuela Chicago Booth

"La educación debe recoger los cambios del mercado"

Gestiona desde Londres el campus europeo de una de las escuelas de negocios de mayor prestigio.

Viene a Madrid a promocionar una de las más prestigiosas escuelas de negocios, según distintos rankings, pero algo desconocida en España. Glenn Sykes es el director gerente para Europa de Chicago Booth, un centro de la Universidad de Chicago, una de las pioneras en la educación empresarial.

¿Qué aporta una escuela de negocios nacida en 1898?

El beneficio de tener más de cien años en una forma de ver los negocios. Lo que ha aportado es la rama de las ciencias sociales, es decir, lo que sería estadística, psicología y sociología aplicada al mundo de los negocios. Se presenta como la aproximación de Chicago de ver los negocios, por lo que es reconocida en todo el mundo y sobre todo en EE UU.

¿Qué puede aportar el saber hacer de los negocios de los americanos a los alumnos europeos?

El profesorado es 50% estadounidense, 50% extranjero. Ahí no existe una forma de ver el negocio puramente americano. Lo que sí identifica a todos ellos es la idea del libre mercado.

¿Cómo han cambiado las escuelas de negocios con la crisis?

Afecta de muchas maneras. Primero, afecta al analizar por parte de la escuela si aporta un valor añadido. Nos cuestionamos si las cosas que ofrecemos son las correctas y lo que se ha visto es que sí. A la hora de las asignaturas, introducir alguna nueva electiva y que algún profesor vaya haciendo hincapié en determinados temas en función de la situación económica.

¿En qué temas habría que incidir más?

Tenemos un ejemplo de un profesor que se fue a la Reserva Federal. Ahora ha vuelto y tiene una asignatura que se llama Bancos y Dinero. En ella hace referencia a una parte puramente bancaria y también a otra no bancaria, donde podrían situarse temas inmobiliarios. Después de volver de la Reserva Federal, está haciendo más hincapié en toda esta parte inmobiliaria, empleando más tiempo en la relación que puede haber entre los activos bancarios y los no bancarios. Es un ejemplo de cómo se puede adaptar una clase concreta a la situación del mercado, además de introducir alguna asignatura electiva. Otra forma en la que ha cambiado es que hay muchos alumnos que trabajan en el sector financiero y que se han podido ver afectados por la crisis, por lo que la comunidad de antiguos alumnos y la universidad ofrecen más recursos.

¿Qué recursos?

Por ejemplo, en el departamento de servicios de carreras, que ya existía, pero que se ha incrementado con cuatro nuevas personas ahora. Este servicio se encarga de dar oportunidades de trabajo a los actuales y los antiguos alumnos.

Como entidad que forma directivos, ¿se sienten en parte culpables de la crisis?

Nuestro trabajo en la escuela es enseñar a las personas las herramientas que les ayuden a comprender las cosas, a entender lo que les rodea y a tomar resoluciones. Nunca decimos a la gente las decisiones que tienen que tomar, así que no, no creo que seamos culpables. El valor de Chicago precisamente es que es un sistema basado en cuestionarse y buscar las evidencias, hacerse muchas preguntas hasta llegar a tener una respuesta. Precisamente lo que está pasando es que la gente no se hace suficientes preguntas y toma decisiones sin haber realizado un análisis.

Escuelas como Thunderbird sí que se están planteando un componente ético respecto a sus enseñanzas y la crisis.

No lo sé. No sé lo que están haciendo.

Por ejemplo, los alumnos hacen un juramento sobre cómo comportarse en los negocios cuando salgan de la escuela.

No tengo evidencias de que eso funcione. Me parece interesante, pero eso es una cosa de cada estudiante, no es algo que tenga que hacer la universidad. No veo tampoco en qué puede funcionar en un futuro.

¿Qué deberían recoger en el futuro?

Hablando de la Universidad de Chicago, en el futuro nuestra educación debe recoger los cambios en el mercado en cada momento. Nosotros, cada vez que se dan estos cambios hacemos una autoevaluación para saber si todo lo que está pasando en el mercado lo tenemos reflejado en materia educativa, que esas cosas que se están produciendo ya se han visto o son cosas que a lo mejor hay que introducir. Por ejemplo, con la burbuja de internet nos replanteamos si nuestro sistema educativo estaba en consonancia con el mercado. Nuestra idea en un futuro es que la escuela siga muy pegada al mercado y que el mercado siga valorando a la escuela por lo que representa.

Los nuevos directivos que salgan de los programas, ¿tendrán que gestionar de forma diferente para no cometer los mismos errores?

Desde un punto de vista económico, no creo que los errores se vuelvan a repetir tal cual. La escuela lo que puede ofrecer es el conocimiento. Luego está lo que haga el directivo a la hora de tomar sus propias decisiones. En teoría no tiene que tomar decisiones que han sido erróneas, pero el trabajo de la escuela se queda en darle todas las herramientas y elementos de juicio para que él haga lo que considere.

Más solicitudes para salir reforzado de la crisis

Chicago Booth, además de en la ciudad que le da nombre, tiene campus en Londres y Singapur. En la capital británica se imparte el MBA Executive, enfocado a directivos con experiencia. "El año pasado ha sido el año en el que ha habido más solicitudes", asegura Sykes, debido a la crisis. "La gente en posiciones directivas lo que busca es adquirir una serie de herramientas que les puedan ayudar en su trabajo ahora que están más expuestos a que se evalúen sus funciones, además del nivel de contactos que pueden obtener gracias a la escuela".Explica que a los alumnos europeos "les llama la atención la carga de discusión en las clases y la flexibilidad de los profesores". Allí se dan cita 180 alumnos de más de 40 nacionalidades, con alrededor de dos tercios de estudiantes europeos.

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