Electrolux busca ideas para la cocina del futuro
Una fiambrera gana el premio DesignLab del grupo sueco.
Los grandes avances tecnológicos tardan cada vez menos en pasar de las mentes de los ingenieros a las manos de los usuarios. Reformular el concepto de cocina hogareña según los estándares del próximo siglo podría parecer osado, pero los jóvenes talentos del diseño industrial no parecen tener complejo alguno a la hora de desafiar el límite entre el futuro y el presente. Así, sobre el papel de un estudiante de último curso del Instituto Tecnológico de Lund (Suecia), generar comida de la nada para hacer frente al creciente déficit alimentario del mundo es una idea que funciona. Y que podría estar en nuestras cocinas antes de lo que imaginamos.
Fue la propuesta de Rickard Hederstierna, ganador por unanimidad del primer premio del DesignLab, un concurso anual de diseño organizado por Electrolux dirigido a estudiantes para premiar ideas innovadoras de electrodomésticos. El incentivo, un premio en metálico de 5.000 euros y una beca para estudiar en uno de los centros de diseño de la compañía sueca durante seis meses. Las condiciones, presentar proyectos innovadores, de diseño intuitivo, y que tengan en cuenta las necesidades del consumidor. Ocho jóvenes diseñadores llegaron a la fase final dejando atrás a 900 aspirantes de más de 50 países, convocados a participar bajo el lema Diseños para los próximos 90 años.
Carne y pescado 'in vitro'
El concepto ganador del DesignLab fue Cocoon, un recipiente capaz de generar carne y pescado a partir de una mezcla proporcionada de células musculares de los animales, nutrientes y oxígeno. En un proceso similar al de la cocción de las palomitas de maíz de microondas, un sobre con los componentes se introduce en el recipiente y una vez accionado el dispositivo, el Cocoon estima el tiempo necesario para generar el trozo de carne o pescado crudo, que estaría listo para ser cocinado. "Mi idea es ayudar a las futuras generaciones a llevar un estilo de vida sostenible, ante la perspectiva de una población mundial en constante crecimiento", explica Rickard Hederstierna, creador de Cocoon. "Este producto proporciona comida saludable, limpia, económica y con un mínimo impacto en el medio ambiente", asegura.
La idea desarrollada por Hederstierna tiene la apariencia de una fiambrera de lo más casera, aunque tanto la tecnología que propone como la aceptación social de esos alimentos in vitro son asuntos controvertidos. "A medida que aumente la población mundial y la demanda de alimentos, la aceptación de la comida artificial será mayor", explicó.
El objetivo del DesignLab de Electrolux -la compañía sueca anunció hace unos días que en 2011 cerrará su fábrica de lavadoras en Alcalá de Henares (Madrid), con 450 empleados- es, además de descubrir y patrocinar a nuevos talentos del diseño, identificar las necesidades y tendencias de los consumidores. La marca sueca no contempla la comercialización de los diseños. Por ahora, los finalistas tendrán que conformarse con la exposición de los prototipos por diferentes ferias de diseño de todo el mundo. "He basado este concepto pensando en los posibles escenarios que se darían en el futuro: cómo serían la tecnología y la sociedad en los próximos años", añadió.
Otros finalistas
Además de Cocoon, otros dos finalistas fueron galardonados. El segundo premio -de 3.000 euros- fue para Water Catcher, del chino Penghao Shan, bandeja que libera bolitas al aire para recoger agua de lluvia, que luego se purifica para el consumo. El tercero fue para Renew, del estadounidense Louis Filosa, vaporizador inteligente ideado para "convertir el día de la colada en el segundo de la colada". Mientras limpia la ropa, un escáner analiza la prenda y ofrece información sobre el tejido, la calidad y sugerencias de moda al gusto del usuario.
Los otros diseños no se quedaban atrás. Un alemán presentó una impresora de comida en tres dimensiones que mediante un proceso de impresión capa a capa permite crear estructuras, texturas y rellenos dignos del mismísimo Ferran Adrià. También, un lavavajillas de pared con dos compartimentos para distintos turnos de lavado que elimina la necesidad de trasladar los platos, ideado por una lituana, y un robot-invernadero capaz de buscar nutrientes en la superficie de Marte para cultivar plantas, de un checo que, a pesar de ser favorito en las quinielas de internet, se quedó sin premio.
Marisol Manso, primera española en el jurado
La selección de la diseñadora barcelonesa Marisol Manso Cortina para formar parte del jurado del DesignLab 2009 ha supuesto la primera designación de una juez española para el concurso desde que este empezara a celebrarse en 2003.La catalana, junto con otros tres diseñadores de prestigio internacional, fue la encargada de evaluar las propuestas de los finalistas del certamen y de elegir un ganador de entre los ocho candidatos, que se sometieron a las preguntas del jurado después de presentar sus proyectos ante los asistentes."Hemos elegido el diseño más innovador, el más sorprendente. Se ha valorado el balance entre el concepto y la viabilidad, si se ha pensado bien. Al final ha habido bastante consenso en torno al ganador", comentó Manso al finalizar la ceremonia de entrega de premios, en la que se distinguió como mejor diseño al proyecto Cocoon, un recipiente capaz de crear comida ideado por el estudiante sueco Rickard Hederstierna.Marisol Manso, de larga trayectoria en el campo del diseño para automoción, es actualmente directora del Color Design Group de Nissan con sede en Londres, donde se encarga del desarrollo de las gamas de colores de Nissan en Europa.