'Dinero caliente' en la China del Partido
El dinero extranjero ha encontrado una brecha en la Gran Muralla China. En el último trimestre entraron hasta 141.000 millones de dólares en las reservas de divisas del banco central, 60.000 de los cuales no cuentan con explicación oficial. El llamado dinero caliente -fondos que llegan a China buscando un buen retorno con la revaluación de la moneda- traen de cabeza a los dirigentes. Aunque haya varias explicaciones del fenómeno, la principal es que el yuan está demasiado barato.
Como parte de las políticas chinas de control del tipo de cambio del yuan, el banco central compra con dicha moneda cualquier otro tipo de divisa que se haga camino adentro. El Gobierno acaba así con un montón de activos financieros extranjeros. El valor de su portafolio alcanzó a finales de septiembre una cifra récord de 2,3 billones de dólares.
Pero todo éste es dinero caliente. Del aumento de 141.000 millones en los últimos tres meses, el excedente de comercio registrado y la inversión oficial en el país ascendió a 60.000 millones de dólares. El creciente valor en dólares de las propiedades en divisas distintas al dólar explica algunas de las otras ganancias. Asumiendo que un 30% del total eran euros y un 2% oro, el valor del dólar se habría hinchado en 21.000 millones durante el período.
En la práctica hay más pellizcos que se deberían hacer, como por ejemplo dar cuentas de los dividendos y de los beneficios de capital. Pero no nos equivocaríamos si dijésemos que los flujos especulativos llegaron a los 60.000 millones de dólares en el trimestre y 158.000 durante los últimos seis meses.
Una moneda flotante o imparcialmente tasada haría del dinero caliente una cosa del pasado, aunque la transición sería dura. Una gran revaluación desestabilizaría la frágil economía china, y una pequeña revaluación, la opción más prudente, incrementaría el ansia de los especuladores. Las misteriosas entradas de capital seguirán siendo la norma hasta que el Partido decida qué medicina está dispuesta a probar.
Por John Foley