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Columna
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¿Una estrategia de imitación?

Xerox puede pasar un momento difícil a la hora de vender a sus accionistas el acuerdo con Affiliated Computer Services (ACS), valorado en 6.400 millones de dólares. El fabricante estadounidense de equipamiento de oficina es sólo el último en intentar, y no dejar escapar, hacerse con una firma de back office. La semana pasada Dell acordó comprar Perot Systems por 3.900 millones de dólares. Por eso Xerox tendrá que convencer a los accionistas de que éste no es un caso de imitación de estrategia corporativa. Podría ser difícil dado el alto precio de la compra y las poco convincentes sinergias estimadas.

Xerox pagará una prima de 1.400 millones de dólares, un 35% más que el precio de cierre del viernes pasado de ACS. Está sólo un pelín por encima del precio al que el fundador de la compañía, Darwin Deason, ofreció para comprar la firma hace dos años, en plena burbuja crediticia. Mientras tanto, los múltiplos negociados han bajado para la mayoría de las firmas. Y Deason emergerá del acuerdo de Xerox con un bono convertible de 300 millones de dólares a cambio de sus acciones con voto cualificado.

Para Xerox, las razones están mucho menos claras. Piensa que la fusión dará como resultado más de 400 millones de dólares anuales en sinergias. Es sólo alrededor del 2% de los ingresos conjuntos. Pero el hecho de que parezca establecido por lo bajo pone de relieve un pequeño solapamiento entre las dos compañías. Y buscar vías para recortar costes mientras desarticulan juntos negocios distintos puede ser mucho más duro que recortar simplemente funciones solapadas en otros negocios similares.

Para ser justos, Xerox está vendiendo la fusión como estratégica en lugar de como dirigida a obtener ahorros. Piensa que puede aumentar internacionalmente las ventas de ACS. Además, sus ejecutivos piensan que pueden salir con nuevos servicios que los clientes quieren para combinar la sustitución de tecnología por mano de obra, que es el fuerte de Xerox, con la mejora de la eficiencia de las tareas de back office, el fuerte de ACS. Esto es posible. Pero los beneficios de esta clase de convergencia se promete a menudo y raramente se cumple.

En cualquier caso, los inversores no parecen convencidos -dejaron caer un 17%, alrededor de 1.000 millones de dólares, la capitalización de mercado de Xerox a media sesión del lunes-. Esto equivale a más de la prima que acordó pagar por ACS. La compañía puede gastar mucho papel intentando convencer a los inversores.

Por Robert Cyran

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