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Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

'Mileurismo', versión EE UU

Quienes hace menos de un par de años buscaban piso en Manhattan, no podían evitar hablar mal de los veinteañeros o treintañeros que trabajaban en Wall Street y cobraban sueldos estratosféricos. Los alquileres estaban disparados, alimentados, en parte, por la demanda de unos jóvenes que podían permitirse vivir en pisos de una habitación por los que pagaban más de 3.500 dólares al mes. Quienes cobraban menos (y bastante menos) o tenían más gastos no podían competir.

Esta imagen, que era frecuente en el barrio más famoso de Nueva York durante los años del boom financiero, no es el retrato de la juventud de EE UU. Dista mucho de serlo porque, en general, para los menores de 35 años, la vida es cada vez más dura.

Así lo pone de manifiesto un estudio hecho por la federación de sindicatos del país AFL-CIO que constata que el deterioro de la situación económica de los trabajadores jóvenes ha aumentado considerablemente en los últimos 10 años.

A través de una serie de encuestas hechas en julio, un mes en el que el paro juvenil se disparó sobre la media de la última década, la federación sindical ha encontrado que desde 1999 son más los jóvenes que se encuadran dentro del grupo que percibe los salarios más bajos y ha crecido el porcentaje de los que tienen un empleo que no ofrece seguro médico, en definitiva, que existe una versión estadounidense del mileurismo.

Para estos jóvenes, pensar en la pensión suena como de otro planeta cuando solo el 31% de los encuestados afirma que con su salario pueden pagar todas sus facturas y además ahorrar un poco, son 22 puntos porcentuales menos que cuando el sindicato tomó el mismo pulso a la sociedad hace 10 años. El 24% cobra algo menos de lo que necesita para cumplir con los recibos de la luz, el gas, la gasolina... Y si hace 10 años el 24% de los jóvenes carecía de seguro médico ahora es el 31% el que se queda sin cobertura ante, por ejemplo, una apendicitis que puede costar unos 30.000 dólares. Con este panorama, el 60% de los menores de 34 años está a favor del llamado "plan de salud de Obama", según una encuesta de la CNN en agosto, cuando no se sabía si ese plan incluiría o no un paracaídas del Estado en forma de seguro público.

El informe de los sindicatos explica además que, dada la situación, muchos jóvenes retrasan tener hijos por motivos laborales. De igual forma también se posponen muchos sueños profesionales y educativos. "Dos de cada cinco jóvenes han tenido que retrasar sus planes de ampliar su educación o desarrollo profesional por problemas económicos". El caso, es que las matrículas de las universidades no dejan de subir y en las de la Ivy League, los costes se disparan: estudiar en Harvard ahora es un 67,8% más caro que hace 10 años.

Para estudiar, dos tercios de los universitarios han de pedir créditos y para cuando tienen el diploma su deuda media es de 23.186 dólares según el estudio de National Postsecondary Student Aid Study. En 1997 el 58% pedía el dinero y salía de la carrera debiendo 13.172 dólares. Ahora, con un mercado de crédito por recuperar para los particulares, la perspectiva de seguir estudiando es tan difícil como la de cambiar de rumbo la espiral económica en la que están instalados los jóvenes.

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