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Columna
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La debida precaución

La banca de inversión no suele notificar cuando hay peligro de avalancha. Ahora, JPMorgan advierte de que los inversores novatos de renta fija podrían desestabilizar el mercado. Aunque sea cierto, la afirmación dejará un sentimiento amargo en muchos de ellos.

Es cierto que el perfil de los compradores de crédito ha cambiado mucho últimamente. Los fondos y algunos astutos inversores minoristas se han aventurado al mercado de deuda. Mientras tanto, los compradores de activos de primera calidad se han pasado a los bonos basura.

Los principiantes fueron de gran ayuda para la banca de inversión, pues muchos clientes tradicionales se pusieron en huelga a primeros de año. Los equipos de venta podían presentar los créditos corporativos como una buena apuesta al margen de la suerte del mercado. Con algunos bonos de entidades reconocidas cotizando a niveles muy bajos, los inversores apostaron por las ganancias de capital contando con la recuperación.

Los jugosos retornos se han materializado. El índice iTraxx Crossover, que mide el diferencial entre los créditos de distinta calidad, ha caído a más de la mitad desde su máximo.

Después de ganar dinero con sus apuestas, muchos de los nuevos inversores quizás reculen ante la mínima complicación. Nuevas evidencias de recuperación también dispararían el atractivo de la renta variable. Y eso daría problemas a la renta fija.

La advertencia de JPMorgan recuerda que aún hay riesgo en los mercados de crédito, especialmente después del reciente rally. Pero sería un error pensar que estos novatos han hecho daño. Ellos vieron la oportunidad desperdiciada por los expertos del crédito y ayudaron a estabilizar el mercado. Un slalom que los inversores deberían agradecer.

Por N. Paisner

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