La Reserva Federal examina los programas de estímulo económico
La Fed decidirá entre el martes y el miércoles si deja de comprar bonos del Tesoro de largo plazo.
Sin lanzar todavía las campanas al vuelo, algunos indicadores apuntan a que la recuperación de la economía americana está ya en marcha. Así lo ponen de manifiesto la mejoría de los datos de desempleo y una contracción del PIB más suave de lo esperada. El propio presidente de EE UU, Barack Obama, ha anunciado que el país podría estar viendo el final de recesión. En este entorno es en el que la Reserva Federal examinará entre mañana y el miércoles las políticas emprendidas para contribuir a la reactivación de la economía.
Los tipos de interés de intervención están en una horquilla entre el 0% y el 0,25%. El mercado da por hecho que seguirán en ese nivel al menos hasta noviembre.
Otro asunto diferente es el del programa para comprar deuda pública (Treasuries) de largo plazo, para el que el banco central estadounidense destinará este año 300.000 millones de dólares. El tipo de interés de la deuda de largo plazo sirve para determinar el interés que grava las hipotecas. Con este programa de adquisición de bonos, la Fed enviaba el mensaje de que los tipos de interés permanecerían bajos durante mucho tiempo y además ponía dinero directamente en el bolsillo de los consumidores, al suavizar la carga hipotecaria.
Ahora, varias fuentes próximas a la Reserva Federal han señalado que la autoridad monetaria no renovará el programa. En conjunto, la Fed va a desembolsar este año 1,15 billones de dólares (una cantidad prácticamente equivalente al PIB de España) con el objetivo de sacar adelante la economía.
El presidente de la institución central, Ben Bernanke, ha sido cuestionado por republicanos y demócratas; unos por su exceso de intervencionismo, otros por su inclinación a ayudar a las grandes entidades financieras en problemas. Bernanke, un experto reconocido en el periodo de la Gran Depresión americana, culmina su mandato en enero próximo y está por ver que Obama quiera renovarle. De hecho, suena con insistencia el nombre de Lawrence Summers, asesor económico del presidente, para reemplazarle en el cargo.
Los bonos a 10 años están notando el giro en la percepción de la situación económica y de las políticas de la Fed. La rentabilidad del bono discurre en sentido inverso a la del precio; es decir, cuando más sube el rendimiento en porcentaje, más cae el precio del bono. El hecho es que el rendimiento del Treasury a 10 años ha pasado en una semana del 3,48% al 3,8%.