_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Xstrata no atemoriza a Anglo

Xstrata está demostrando ser una pobre y mala minera. Pero pese a que los resultados del primer semestre son buenos harán poco por apoyar los intentos del grupo suizo por fusionarse con su rival Anglo American.

Mick Davis, el presidente ejecutivo de Xstrata, considera que los números subrayan las credenciales del grupo como partner de su rival sudafricano. Lo que pasa es que a Anglo también le ha ido bien.

La recesión global ha dificultado las cosas en el sector, hecho que ha potenciado el valor del inigualable control de costes del grupo suizo. Xstrata ha reducido sus costes operacionales al menos a un 1,4% anual en términos reales en sus siete años de vida. Sólo en este semestre lo ha hecho en 119 millones de dólares (un 1,1%).

Siendo el recorte de costes una de las razones de su posible fusión, se entiende que a Xstrata le importe el tema. Insiste en que podría ahorrar 1.000 millones de dólares sin Anglo.

Su énfasis en la seguridad también demuestra que también en este terreno es superior a la sudafricana. Registró una reducción del 20% en los accidentes comparado con todo 2008, un punto porcentual más que Anglo.

El último indicador de la fortaleza de Xstrata no ayudará demasiado a consumar su fusión. Anglo ha generado un 5% más de Ebitda y sus 11.300 millones de deuda son inferiores a los 13.100 de Xstrata. Por eso los accionistas de Anglo han apoyado -y lo continuarán haciendo- el no fusionarse con la suiza.

Archivado En

_
_