"Hay que evitar comprar bancos en EE UU en estos momentos"
Encabeza el primer banco canadiense desde hace ocho años. Alaba las provisiones anticíclicas y considera necesario crear un supervisor sistémico. Considera que EE UU es, a corto plazo, un mercado incierto y estima que podría invertir en Europa en banca mayorista y patrimonial
En opinión de Gordon Nixon la banca canadiense ha capeado bien la crisis financiera gracias a una combinación de factores como "una buena gestión, una buena regulación y una buena política pública". Desde el punto de vista de la gestión, "la clave reside en lograr que el incremento del balance vaya acompañado de un aumento adecuado de los beneficios".
Los grandes bancos españoles se han reforzado en EE UU con la crisis o planean hacerlo. ¿Considera adecuado ese camino?
Hace año y medio compramos AlabamaNational, pero a corto plazo el mercado estadounidense presenta demasiadas incertidumbres. La mayor parte de los acuerdos que se están cerrando ahí están asistidos por el Gobierno. BBVA y Santander se encuentran en una situación parecida a la nuestra. Sus filiales Compass y Sovereign afrontan entornos operativos muy complejos.
¿Y es demasiado arriesgado invertir en Europa?
Para nosotros es más una cuestión de estrategia.No contemplamos comprar un banco minorista en Europa porque no encaja en nuestros objetivos. Nuestras operaciones al por menor se desarrollan en Canadá, EE UU y el Caribe. Puede que invirtamos en Europa en áreas como la gestión de patrimonios omercados de capitales.
¿Afectan las tribulaciones de Dexia a su joint venture RBC Dexia?
Creemos que la banca institucional [a la que se dedica esta filial] es un buen negocio. Pero lo que hagamos dependerá, en última instancia, de qué decida hacer Dexia. De si quieren permanecer en esta actividad y de qué forma.
¿Qué opinión lemerecen las provisiones anticíclicas establecidas por el Banco de España?
Me quito el sombrero ante los reguladores españoles. No hay duda de que ellos tenían razón y de que el resto del mundo estaba equivocado.Uno debe construir sus reservas en los tiempos de bonanza y disponer de ellas en momentos más flojos.
¿Favorecieron las normas de Basilea II un excesivo apalancamiento por parte de la banca?
Los estándares globales de regulación establecidos por Basilea II son sólo un parte de la ecuación. Son más importantes la regulación nacional, la política de riesgos de cada entidad y el comportamiento del sistema. Antes de la crisis todos debíamos respetar una ratio Tier I del 6%. Las entidades europeas operaban a ese nivel, pero las canadienses estábamos en torno al 8% o 9%. La regulación aquí fuemás conservadora. Y si se incluyen en los balances los activos que algunos grupos sacaron de los mismos, aparecen múltiplos de apalancamiento de 60 veces. No hace falta ser un matemático para darse cuenta que cualquier pequeña depreciación de valor de los activos engulliría el capital de la entidad. Y esto fue el resultado de aplicar distintos principios regulatorios.
¿Y qué parte corresponde a las normas de contabilidad?
La valoración a precios demercado funciona con unas partes del balance mejor que con otras. No hay duda de que la contabilidad agravó la crisis financiera, pero no fue la causa del colapso del sistema.
¿Es necesario un supervisor financiero mundial?
Creo que es necesaria una regulación sistémica internacional, pero hay una gran diferencia entre ésta y la regulación operativa. La normativa nacional es esencial para los aspectos operativos. Pero la regulación sistémica debe abordarse desde ámbitos más amplios.
¿Están preocupados por el alza de los impagos? ¿En qué grado les perjudican las quiebras en la industria del motor?
Todos los porftolios (empresas, pymes, particulares y tarjetas) se deterioran, pero no a un ritmo que no hayamos anticipado. Las dos industrias que se muestranmás perjudicadas son la de la automoción -no en vano enOntario (Canadá) se fabrican más coches que en Michigan (EE UU)-, y la industria maderera. Pero uno de los logros de las titulizaciones masivas realizado en los últimos años es que, ante estas quiebras, los bancos no son los grandes perjudicados por las bancarrotas industriales como en el pasado.