Soltando velas
Para responder a la pregunta cuál es el futuro de los hedge funds debemos mirar a la situación de los principales agentes involucrados en este sector, que no son otros que los gestores, los inversores y los reguladores.
Los reguladores llevan meses expresando sus preocupaciones, sus intenciones y más recientemente están implementando sus resoluciones. Estas parecen ir claramente en la dirección de exigir el registro de los gestores y/o sus vehículos de inversión.
El tema de la limitaciones a las ventas cortas parece haber pasado ya a un segundo lugar, al haber remitido las situaciones más críticas de los mercados y de las entidades financieras, y contar con abundante evidencia de que no son la causa de los problemas, sino más bien un síntoma, y que su limitación, lejos de ayudar a la liquidez de los mercados, sólo la reduciría.
Sin entrar a si es bueno o malo, este movimiento lo que va a suponer para los hedge funds es la necesidad de cumplir con los requisitos administrativos que los registros exigen y que en términos muy simples lo que suponen son mayores costes, y por lo tanto mayores barreras de entrada. Los que más se verán afectados por esta nueva situación serán los nuevos gestores y sobre todo los pequeños, para los que estas cargas serán sencillamente insoportables.
Los beneficios de transparencia y de mejores prácticas podemos decir que ya estaban siendo implementados de motu proprio por la industria por la propia presión de los inversores sobre los gestores.
Para los inversores se ha dado una situación que ha permitido observar la calidad de los gestores y los riesgos últimos que las distintas estrategias suponían y ahora conocen mucho mejor en que invierten. Obviamente en muchos casos han tenido que llevar a cabo las reestructuraciones pertinentes en sus carteras, frecuentemente de forma traumática.
No hay que olvidar que una parte importante de los inversores en hedge funds son los fondos de fondos, que dados sus compromisos de liquidez se han encontrado en grandes tensiones entre la liquidez que ofrecían y la que realmente han tenido disponible. Estas tensiones están terminando de resolverse, volviendo a estar en condiciones de empezar a tomar nuevas decisiones de inversión.
Los reembolsos se han detenido, incluso se están viendo nuevos flujos de entrada, y además la liquidez generada ha sido en exceso de la estructuralmente necesaria.
Pensamos que para el año próximo a más tardar los inversores estarán tomando sus decisiones de inversión con normalidad. Normalidad quiere decir que tendrán que usar sus mejores capacidades en determinar cómo construir los mejores portfolios. Y algunos hedge funds vuelven a aparecer como atractivos, sobre todo si se piensa en unos mercados bursátiles que podrían estar moviéndose en rango durante años, en unas economías creciendo claramente por debajo de su potencial, y donde la renta fija puede esconder riesgos altos en un entorno inflacionario.
Por último, los gestores han pasado un duro ejercicio de supervivencia en donde se han tenido que enfrentar al escenario de inversión más difícil conocido. Aunque algunos inversores se sientan decepcionados, bien por entender que ha faltado talento o bien porque las expectativas no eran las correctas (según los casos más lo primero o lo segundo), lo cierto es que en muchos casos los resultados deben ser considerados como razonables, en línea para mantener a medio plazo una propuesta de riesgo/retorno mejor que la mayoría de las alternativas.
De hecho el sector se ha reestructurado, se ha contraído, ha mejorado sus prácticas, y opera en términos más equilibrados con los inversores en sus condiciones de liquidez, transparencia, seguridad y comisiones. Con menor competencia y en un mercado dislocado, no es extraño que el sector rápidamente esté cosechando resultados mucho mejores que bonos y Bolsa.
Así las cosas, creemos que aquellos gestores que hayan demostrado un buen sistema de control de riesgos, tengan un modelo creíble de generar retornos al margen de la direccionalidad de los mercados, y que tengan una estructura empresarial suficientemente solida en términos de capital, de recursos humanos y de cumplimiento regulatorio, concentrarán una demanda creciente. Tras la tempestad ha llegado la calma, y estamos soltando velas para aprovechar ya los vientos favorables y quizás en un futuro cercado podamos volver a navegar a toda vela.
José María Amusátegui / Juan Cruz. Socios fundadores de Cygnus Asset M.