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Pronóstico

EL FMI prevé una mejora para EE UU y Japón que tardará en llegar a Europa

El FMI empieza a mirar el futuro con cierto optimismo que ha madurado en los últimos meses. Gracias a la intervención pública, la economía mundial empieza a salir de una recesión sin precedentes y podría crecer un 2,5% en 2010, más de lo previsto en abril. Pero la estabilización será desigual. La mejora llegará en EE UU, Japón y países emergentes. En España y el resto de la zona euro la recuperación será más lenta.

Los responsables del FMI ven en sus previsiones que hay motivos para confiar en que los brotes reverdezcan la economía a nivel global y en el segundo semestre del año que viene se experimente un repunte sostenido. "Lo peor ha quedado atrás y la recuperación está en camino", sentenció el analista jefe del Fondo, Olivier Blanchard al presentar ayer la revisión del Informe de Perspectivas Económicas de abril. Pero en este organismo no van a sacar el champán de la nevera porque según matizó este economista, la recuperación "va a ser desigual y lenta".

Las previsiones apuntan a que este año se cierre con una caída del PIB global del 1,4% y se crezca un 2,5% el año siguiente, no lo suficiente según Blanchard como para corregir las abultadas cifras de paro en todo el mundo. Según este economista la buena noticia con respecto a abril es que la presión a la baja para la economía "está cediendo en intensidad". "La mala noticia es que la presión al alza es aún débil", matizó.

La luz al final del profundo túnel está, según las cuentas del Fondo, más cerca gracias a la intervención pública sin precedentes y una cierta estabilización financiera. Las economías que antes retomarán la senda del crecimiento son las de EE UU y la de Japón. Aunque ambas seguirán en negativo este año, el Fondo ha revisado al alza sus perspectivas para 2010 y registrarán un crecimiento que será mayor para la potencia oriental.

Los estímulos en dos de las economías de más potencial del planeta, China e India, permiten al Fondo estimar una mejora de casi un punto porcentual en sus PIB en 2009 y 2010.

Las noticias no son tan buenas para la zona euro y los países emergentes del este de Europa. En este área del mundo el crecimiento va a ser más matizado y las grandes economías como Alemania, Italia y España experimentarán este año una contracción más profunda de lo anticipado en abril y la salida será a un paso más lento. El PIB español, en concreto podía caer un 4%, cuando la previsión del Gobierno es de un retroceso del 3,6%. En declaraciones a Efe, el encargado del informe del Fondo, Jorg Decressin, dijo que el alto nivel de paro "que se espera que alcance aún cotas mayores, hace improbable una vuelta rápida al ciclo de alto crecimiento que España conoció hasta el 2007".

Recuperación frágil

Blanchard advirtió que la recuperación es frágil y que las autoridades tienen ante si varios puntos a los que prestar atención. El primero y más importante es mantener los estímulos fiscales y monetarios en marcha desde hace nueve meses. "Sin ellos el gran riesgo es que la economía se desinfle". Además debe seguir el apoyo al sector financiero para que se restablezca su salud. Blanchard recomendó más recapitalizaciones para mejorar la confianza y clarificación sobre los balances de una banca que tiene que dejar de desapalancarse y debe restablecer el crédito.

El Fondo quiere que se hagan planes para ir eliminando el apoyo público a las economías y restablecer el equilibrio de las cuentas de los estados además de rebajar la deuda. Tener ese plan preparado no significa que haya llegado el momento de usarlo pero es importante tener una hoja de ruta.

Eso sí, los expertos de este organismo creen que antes de aplicarlos hay que asegurarse de que la demanda es lo suficientemente fuerte. El FMI admite no tener claro si más allá de 2010, "el debilitamiento del consumo privado en EE UU y otras economías avanzadas y emergentes que sufrieron desplomes en los precios de activos se compensará con una demanda vigorosa en otros países".

Largo camino para los estímulos de los Gobiernos

Olivier Blanchard no quiso manifestarse ayer sobre el debate informal abierto en Washington sobre si es necesario un segundo estímulo económico para dinamizar la economía y tratar de atajar el acelerado crecimiento del paro.El economista jefe del Fondo dijo, en rueda de prensa, que pese al relativo optimismo, es posible que la demanda privada se mantenga débil y el estímulo tenga que ser continuado.Sin señalar a ningún país en particular, explicó que si la recuperación es más lenta de lo previsto "los gobiernos tendrán que continuar con los estímulos no solo en 2010 sino también en 2011". Con respecto a la posibilidad de un recorte de impuestos, Blanchard repitió la doctrina del Fondo: "De haberlos tienen que ser muy selectivos y favorecer solamente a quien vaya a gastar el dinero no quien lo vaya a ahorrar", es decir, a las rentas más bajas, algo que ya ha hecho Barack Obama en su primer y hasta ahora único estímulo fiscal en EE UU.

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