El miedo al despido reduce el absentismo en las empresas
Las compañías continúan su lucha contra las ausencias en un año en el que su coste económico se soportará peor.
Numerosos expertos lo confirman. En tiempos de crisis el temor a perder el puesto de trabajo reduce de manera significativa los índices de absentismo laboral. Y es que, tal y como está el mercado, con las reducciones de plantilla inundando los titulares de los medios de comunicación, conservar el puesto de trabajo es la gran prioridad de muchos profesionales. 'Las ausencias motivadas por asuntos no relacionados con patologías, automáticamente se ven reducidas en épocas como ésta. También se puede observar un descenso en el absentismo derivado de causas médicas, no el número de casos, pero sí en su duración', comenta Marisol Sanz, directora del área de beneficios para empleados de Mercer.
La primera lectura que se desprende de esta reacción podría ser que el absentismo injustificado es elevado en numerosas compañías. Pero los expertos barajan también otras posibilidades. 'El temor a que la falta al trabajo suponga una extinción del contrato laboral también puede hacer que la gente acuda a la oficina, aún encontrándose enferma', explica Esther Sánchez, profesora de derecho del trabajo de Esade. Según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE, correspondiente al tercer trimestre de 2008, las horas pactadas por trabajador y mes fueron 157,2, de las que 32,6 fueron horas no trabajadas.
Control de las bajas
Una de las principales dificultades para las compañías es establecer las razones de un elevado índice de absentismo. Los especialistas aseguran que preguntarse las causas resulta fundamental para atajar las ausencias, que en muchas ocasiones tienen que ver con factores como la desmotivación, la falta de conciliación, el conflicto laboral, una mala gestión de los mandos intermedios, pero también con un abuso del propio trabajador. 'El 75% de las ausencias están justificadas a través de partes de baja médica, pero incluso en este caso existe un porcentaje que podría estar provocado por desmotivación o abuso del empleado', comenta María Vidal, socia de Landwell-PwC.
Empresas y asesores recomiendan que, si el ratio de absentismo supera el 4% se establezca un protocolo de medidas para modificar la conducta de los empleados. Unas se basan en marcar incentivos por productividad. Así, la socia de recursos humanos de Pricewaterhouse, Yolanda Gutiérrez, opta por introducir retribuciones variables asociadas al cumplimiento de objetivos o plazos. 'El propio rendimiento extra del trabajador puede autofinanciar el sobresueldo que se lleva', afirma. Otras buscan condicionar, como la que propone Paula Montoya de, Landwell-PwC. Montoya apuesta por incluir cláusulas en la negociación colectiva que permitan reducir algunos complementos salariales, como el de incapacidad temporal, si sube el porcentaje de absentismo.
'Lo ideal es reducir los incentivos individuales por productividad en pos de los grupales', sostiene Luis Fernando Rodríguez, director de Pricewaterhouse. 'Así será el propio grupo quien reprenda al trabajador absentista', apunta. No obstante, añade, los premios personalizados pueden dar grandes resultados. Ilustra la idea con el caso del empleado más productivo de una sección que fue recompensado con dos entradas para la final de la Wimbledon. 'Su jefe sabía que era aficionado al tenis, y el coste fue inferior al de otras retribuciones por productividad, pero el resultado de su motivación fue mucho mayor'.
2009 será un año para tomar medidas y aportar soluciones. Aunque las compañías perciban la reducción de algunos índices de absentismo, estarán menos preparadas para hacer frente a los costes que éste sigue generando. 'En épocas de bonanza las estructuras de las empresas soportan un cierto grado de ineficiencia, pero en la actualidad, con las empresas reduciendo costes, esto ya no se puede soportar', destaca María Vidal. Sin embargo, aún hay mucho por hacer. 'Sólo el 28% de las empresas participantes en nuestros estudios habían implementado alguna estrategia dirigida al control del absentismo, pero lo más llamativo es que el 37% señalaba no estar haciendo nada a pesar de identificarlo como un problema para ellas', explica Marisol Sanz.
Para las bajas de corta duración, que son las que están sufriendo mayores descensos en la actualidad, resulta de gran importancia actuar con rapidez. 'En las bajas cortas se actúa en el día, se hace una llamada cuando el trabajador se ausenta y si es necesario se le envía un médico para evaluar su situación', comenta Joan Antón Mestre, director de recursos humanos de Terminal de Contenedores de Barcelona.
Creatividad y satisfacción para evitar las faltas
La satisfacción de los trabajadores es, según señalan los expertos, uno de los puntos fundamentales que influyen en la reducción del absentismo. En este sentido, las compañías comienzan a tomar medidas creativas para hacer frente al problema.'Tenemos un trabajador que es forofo de un equipo de fútbol al que se le facilita la posibilidad de cambiar el turno con un compañero para acudir a los partidos. Incentivar a los empleados por medio de la flexibilidad es clave, si actúas de otra forma no estarías realizando una política correcta de reducción del absentismo', comenta Joan Anton Mestre, director de recursos humanos de Terminal de Contenedores de Barcelona.'Es fundamental que los trabajadores estén satisfechos en la compañía. Las medidas de conciliación y de flexibilidad en la organización del trabajo ayudan a que la empresa tenga unos índices de absentismo muy bajos', asegura también Coral González, directora de recursos humanos de Sanitas, compañía que utiliza incluso el teletrabajo para casos puntuales.