Alemania aprueba otro plan de estímulo por 50.000 millones
El Ejecutivo alemán aprobó ayer otro paquete de incentivos fiscales e inversiones por valor de 50.000 millones de euros. Es el segundo plan presentado en dos meses para sacar a Alemania de 'la mayor recesión de la historia', según la calificó ayer la canciller alemana, Angela Merkel.
Alemania, la primera economía de la Unión Europea y la mayor exportadora del mundo, entró en recesión en el tercer trimestre de 2008, tras encadenar dos trimestres con crecimiento negativo (-0,4 y -0,5% en tasa interanual, respectivamente). Nada más conocer la noticia, el Ejecutivo alemán aprobó un plan de estímulo por valor de 32.000 millones de euros, que incluía créditos a pymes y rebajas fiscales. Apenas dos meses después, el Gobierno presidido por Angela Merkel se ha visto obligado, ante la aceleración de la crisis económica, a aprobar un segundo plan de estímulo por valor de 50.000 millones de euros para intentar combatir 'la mayor recesión en la historia de Alemania', en palabras de Merkel.
La medida más importante de este segundo paquete de estímulo, aprobado cuando restan apenas ocho meses para las elecciones generales, es el conjunto de inversiones por valor de 18.000 millones de euros para la renovación de infraestructuras municipales y la modernización de instituciones educativas. La elección de los municipios responde, según Merkel, a la convicción de que allí es donde hay más necesidades de inversión y donde el dinero puede impulsar la economía y la generación de empleo. Alemania registró en diciembre un incremento del desempleo de 18.000 personas, hasta alcanzar los 3,18 millones de parados, lo que supone el primer incremento de este indicador en tres años, según los últimos datos de la Agencia Federal de Empleo.
Las ayudas aprobadas ayer también incluyen un paquete de 1.500 millones de euros en ayudas para la industria automovilística, que según los expertos, crea uno de cada cinco empleos de Alemania. Entre las medidas de apoyo al sector de la automoción se incluyen ayudas directas de 2.500 euros a quienes desguacen su coche viejo, siempre que adquiera uno nuevo menos perjudicial para el medio ambiente.
Los expertos prevén que este segundo plan no detendrá la recesión de manera inmediata, aunque logrará estabilizar el desplome en la segunda mitad de 2009.
Un alivio tributario de 18.000 millones
Las medidas fiscales han sido el principal punto de fricción entre los aliados democristianos y socialdemócratas en el Gobierno alemán. Finalmente, el plan reconoce una rebaja de un punto en la tasa impositiva mínima (del 15% al 14%), un incremento de la cantidad exenta de tributación y una mayor progresividad en los impuestos, de tal manera que los aumentos salariales no se traduzcan sólo en el pago de más impuestos.Todo ello, sumando la rebaja en las contribuciones a los seguros de enfermedad y las ayudas a las familias, implicará un alivio de 18.000 millones, según el Ejecutivo. El vicecanciller Frank-Walter Steinmeier, cuyo partido ha sido el principal abanderado de reducir la tarifa mínima, estimó que la rebaja favorecerá a las personas con bajos ingresos, lo que garantiza que el dinero se dedique al consumo y no al ahorro.