La cartera de derivados de la banca se dispara tras la quiebra de Lehman
La cartera de derivados que posee la banca española se ha incrementado un 65% en un año. La principal escalada tuvo lugar en octubre, justo después de la quiebra de Lehman Brothers, cuando esta partida aumentó un 27,4% respecto al mes anterior. Las entidades utilizan este tipo de producto como un seguro ante el riesgo de impagos o contra oscilaciones en divisas, acciones o tipos de interés.
Las entidades tienen 133.500 millones en productos para asegurar inversionesLas entidades financieras se guardan las espaldas. O al menos lo intentan. Desde que en septiembre de 2008 la quiebra de Lehman Brothers rompiera todos los esquemas del sistema financiero internacional, los agentes financieros que operan en España saben que ya no hay nada seguro y se han lanzado a contratar derivados para protegerse ante las bruscas variaciones de las acciones, los tipos de interés o la divisas.
De acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España, el volumen de la cartera de derivados -productos financieros cuyo valor está referido al precio de otro activo- se ha incrementado un 65% en tan sólo 12 meses. En octubre de 2007, con la crisis financiera aún en ciernes, el conjunto de bancos, cajas y cooperativas de crédito disponía de 80.993 millones de euros en este tipo de títulos. Un año más tarde, esta magnitud se había incrementado hasta 133.481 millones de euros.
Los derivados son utilizados por los inversores para proteger su patrimonio ante contingencias futuras. Unos de los que han estado más en boga en los últimos meses han sido los conocidos como CDS (credit default swaps) que consisten en una especie de seguro contra el riesgo de impago de una entidad.
La quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, el 15 de septiembre, junto a la posterior intervención pública para garantizar la viabilidad de los sistemas bancarios de medio mundo, han creado una auténtica psicosis entre las entidades financieras. æpermil;stas, apenas se prestan entre sí, y cuando lo hacen utilizan instrumentos como los CDS para asegurarse de la recuperación del capital.
El negocio de la seguridad
La desconfianza imperante en la industria bancaria desde el caso Lehman ha provocado que octubre registrara el mayor incremento mensual en la cartera de derivados, desde que el Banco de España comenzó a recopilar estos datos en 2005.
Si en septiembre estos activos sumaban 104.795 millones de euros, 31 días más tarde esta cantidad se había incrementado en cerca de 29.000 millones, lo que supone una subida del 27,4%. La mayor subida mensual hasta entonces había sido de 8.100 millones, en mayo de 2007.
El portfolio de derivados incluye productos contra el riesgo de impagos (como los citados CDS), pero también otros que protegen a su tenedor de las fluctuaciones de los tipos de cambio, de las variaciones en las divisas (muy utilizados por importadores o en inversiones internacionales), así como títulos que pueden amortiguar la extrema volatilidad que está azotando a los mercados de renta variable.
El 83% de esta cartera son derivados 'de negociación', de acuerdo con la nomenclatura utilizada por el Banco de España. Las entidades financieras son poseedoras de estos títulos por cuenta de clientes -como fondos de inversión o planes de pensiones-. Sin embargo, la banca también incluye bajo esta rúbrica algunos derivados que la protegen directamente, según fuentes del sector.
El 17% restante, denominado por el supervisor bancario 'derivados de cobertura', es controlado directamente por las entidades financieras, para proteger sus propios intereses e inversiones. En este caso, el incremento interanual hasta octubre es más moderado, de un 33%.
Buena parte de esta subida se explica por la obligación que tienen los bancos de actualizar el precio que pagan por los CDS que han contratado. Si aumenta el riesgo de impago de una contraparte, suben el precio que se paga por contratar esta especie de seguro, y las entidades que ya lo habían contratado deben actualizar las coberturas que ya tienen en su balance.
¿Panacea para inversores?
Bernard Madoff -el gestor de fondos estadounidense acusado de una estafa piramidal por valor de 50.000 millones de dólares- daba poco detalles sobre el destino de sus inversiones. Como si se tratase de la fórmula de la Coca-Cola, Madoff respondía con evasivas cuando sus clientes le preguntaban cómo conseguía mantener rentabilidades superiores al 10% con mercados bajistas. Sin embargo, un dato que ofrecía para justificar su genialidad (más ficticia que real, según las pesquisas del caso) era que utilizaba derivados sobre acciones y otro tipo de títulos, para protegerse de las oscilaciones del mercado. Al final, la realidad ha demostrado que estas coberturas no son una panacea para inversores.