KKR aplaza su salida a la Bolsa de Nueva York por las turbulencias financieras
KKR, una de las principales firmas de capital riesgo del mundo, ha retrasado al año que viene sus planes de salida a la Bolsa de Nueva York, en un momento en el que la crisis de crédito y las turbulencias financieras han recortado el valor de sus inversiones.
La sociedad de capital riesgo anunció en julio sus planes para salir a Wall Street mediante la absorción por parte de la matriz de su filial europea (KPE), que cotiza en la Bolsa de Ámsterdam. Si en principio la fecha prevista para cotizar en Estados Unidos era finales de este año, ahora el grupo se ha fijado como nuevo plazo el año 2009. En el momento de su anuncio, se estimaba un valor para la operación de entre 12.000 y 15.000 millones de dólares (9.450 y 11.800 millones de euros).
El valor neto de sus activos ascendía a 3.862 millones de dólares a 30 de septiembre. 'Alguna de nuestras inversiones ha afrontado una reducción de su valor en el tercer trimestre como resultado de las extraordinarias turbulencias en los mercados de capitales', señaló en una nota la firma de capital riesgo creada en 1976 por Henry Kravis y George Roberts. El grupo señala que desconoce el impacto de las turbulencias financieras en sus cuentas y que no podrá evaluarlas hasta que no cierre el cuarto trimestre del año. La carencia de crédito y el deterioro de las condiciones del mercado han afectado negativamente a su actividad.
Entre enero y septiembre de 2008, el grupo sufrió una merma en el valor de sus inversiones (incluido el efecto del tipo de cambio) por importe de 999,5 millones de dólares (787 millones de euros). Entre otros activos, el grupo ha ajustado el valor de sus participaciones en Energy Future Holdings, NXP, Aero Technical Support, Sun Microsystems, Kion Group o Nielsen.
KKR Private Equity (KPE) bajó ayer un 13,79% en la Bolsa de Ámsterdam. La acción ha perdido un 76,9% en Bolsa en lo que llevamos de año.
Grandes empresas de capital riesgo han recurrido a filiales cotizadas en Ámsterdam como vehículos para abrir nuevos fondos a inversores minoristas e incrementar la liquidez.