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Columna
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Precisión suiza

Reino Unido puso muy alto el listón en la limpieza bancaria. Pero los suizos han pasado por encima de él. El efecto combinado de las dramáticas iniciativas gubernamentales y el aumento de capital privado van encaminados a apuntalar la confianza en los grandes bancos de los dos países.

Las acciones adoptadas por las autoridades suizas siguen estrechamente las introducidas una semana antes por sus homólogos británicos, pero luego dieron un significativo paso adelante. Hay un compromiso para garantizar un nuevo fondo a corto y medio plazo si fuera necesario, y un incremento 'moderado' inmediato para la protección de los depósitos con una concienzuda revisión el próximo marzo. El Gobierno está también recapitalizando UBS con 6.000 millones de francos suizos y obligaciones convertibles que se pagarán a un saneado cupón del 12,5%, que lo equipara al 9,3% del capital del banco.

Es un considerable precio a pagar, pero dados los 74.000 millones de francos de flujo neto de la banca privada de UBS y de su unidad de gestión de activos en el tercer trimestre, las soluciones serán escasas. Además, es poco probable que a UBS se le pueda impedir reanudar la política de dividendos el próximo año y sufrirá una limitada dilución de los beneficios por acción, dándole un estrecho margen sobre los bancos británicos que han recibido asistencia gubernamental.

Pero la mayor mejora sobre el plan de Reino Unido es la creación de un 'mal banco'. Esto posibilitará a UBS tener uno de los balances más limpios de la banca, moviendo 60.000 millones de dólares relacionados con hipotecas y otros activos tóxicos hacia un vehículo especial patrocinado por el banco central suizo. Esto deja a UBS con sólo 10.000 millones de dólares de préstamos apalancados y expuestos a las monoline.

UBS proveerá el 'mal banco' con 6.000 millones de dólares de capital -comiéndose todo lo de la inyección de capital estatal y más- para acompañar a los 54.000 millones de dólares de préstamos de no recurrentes del banco central del país. UBS está vendiendo a las autoridades su participación en el capital por un dólar, y tiene la opción de comprarlo financiado una vez que el préstamo esté completamente liquidado. El Estado logra los primeros 1.000 millones de dólares. A partir de entonces, lo recaudado es repartido a partes iguales entre el Estado y UBS. Esto significa que aunque los malos activos se vendiesen eventualmente a su rebajado tipo actual, UBS puede llegar a recuperar 2.500 millones de dólares.

Además de su superior plan de rescate bancario del sector público, los suizos también manejan una mejor solución del sector privado que la de Reino Unido. Barclays, el banco británico, evitó tomar fondos gubernamentales para persuadir a los reguladores de que podría ejecutar una recapitalización propia por 10.000 millones de libras -pero no hasta principios del año que viene-. Credit Suisse, que está en una mejor condición que UBS, declinó capital de las autoridades suizas, optando por ir solo también. Pero a diferencia de Barclays, el suizo tiene ya asegurados 10.000 millones de francos suizos.

Credit Suisse está vendiendo acciones habitualmente reservadas para las primas, y emitiendo bonos obligatorios convertibles y capital híbrido para los actuales accionistas de Qatar, Arabia Saudí e Israel. Como intercambio para este 12% de capital añadido en el banco, Credit Suisse elevará su ratio de capital Tier 1 al 13,7%, entre los más altos del mundo. Las noticias parecen tranquilizar a los accionistas, que disculparon los anuncios simultáneos de mayores provisiones y frenéticas condiciones de negociación que causaron en el tercer trimestre unas pérdidas netas de 1.300 millones de francos. Por Jeffrey Goldfarb

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