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Debate abierto. 30 años de economía en democracia
Tribuna
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A quién no le gusta ganar dinero

Desde hace tiempo volvemos a escuchar en foros donde no se acostumbra conversaciones sobre la Bolsa y la economía. Desconozco si con más o menos intensidad que durante el pasado ciclo: según las estadísticas debería ser con menos intensidad. En estos días la estrella de las conversaciones no son las compañías '.com' ni suenan tanto los términos 'TMT' ni 'IPO'. Durante la historia reciente, las small caps (las compañías de pequeña capitalización, en inglés parece que el nombre queda mejor), los bonos estructurados y, cómo no, los bancos y los pisos han sido protagonistas indiscutibles de interminables debates.

Y es que con independencia del derecho que todos tenemos de gastar nuestro dinero en lo que nos plazca y del sano 'vicio' del ahorro, el capitalismo popular nuevamente ha hecho acto de aparición. Esta vez, eso sí, con ayuda de la banca. Cualquier españolito que se precie debía tener una hipoteca (si es posible dos, mejor: la de la segunda residencia o la del piso que compró apalancándolo para luego alquilarlo), acciones de small caps y un depósito estructurado. Si no, no eras nadie.

Sin ánimo de hacer leña del árbol caído, y hasta donde conozco, se repite el mismo patrón. La velocidad de la revalorización de los activos en la parte final del ciclo atrae a nuevos inversores que, a su vez, alimentan nuevas alzas en los precios. ¿Escasa cultura financiera? ¿Poco sentido común? ¿Miedo a 'perder el tren'? ¿Complejo de tonto mientras el vecino se hace rico? Es difícil decirlo. Es complicado invertir (dónde, cuándo, cómo). Para el que sabe y el que no sabe, para el que es un profesional de la inversión y la financiación y para el que no lo es.

Es una pena, porque el mal sabor de boca que deja una inversión fallida nos hace más reticentes a invertir en el futuro -aumenta la desconfianza- y en ocasiones nos puede llevar a ser expulsados por mucho tiempo, o definitivamente, del mercado. Y una Bolsa con menos participantes en un mercado menos líquido, que es un mercado peor porque hay menos facilidad para comprar o vender cosas.

Estoy convencido que tenemos mucho que aprender, me incluyo, sobre las formas de ganar dinero. Generalmente las cosas no son tan buenas ni tan malas como se juzgan desde la desatada euforia o el más absoluto pesimismo. Sí debemos tener claras dos cosas a la hora de invertir: qué riesgo quiero asumir -sinónimo de cuánto estoy dispuesto a perder- y durante cuánto tiempo no voy a necesitar el dinero invertido -sinónimo de que no siempre los precios evolucionan favorablemente-.

Los profesionales de la inversión también nos equivocamos: si siempre acertáramos habría gran cantidad de jóvenes jubilados y muchas vacantes en este tipo de puestos. Pero procuramos tener muy presente que riesgo-rentabilidad y horizonte temporal de la inversión son esenciales: que hay que diversificar una cartera, que a medida que el precio de los activos sube debemos ponderar a la baja el riesgo aumentando la liquidez, que en ciertos momentos del mercado se puede hacer trading y en otros no tanto, que en determinadas fases de la economía la cotización de las compañías de ciertos sectores evolucionan algo mejor... El 'movimiento continuo ascendente' todavía no se ha inventado en este campo. Cuanto menos nadie lo ha descrito.

No hace mucho un buen amigo me preguntó por una conocida compañía cotizada que estaba atravesando por serias dificultades. Me comentó que había comprado acciones. Ante mi sorpresa, justificó su decisión con argumentos -bastante sólidos y lógicos- como que la mala situación no durará siempre, sus activos de buena calidad, la probabilidad de que los bancos den soporte a la empresa dado que el volumen de deuda es importante, cuenta con un buen equipo gestor... Lo importante no es si mi amigo ganó o perdió dinero. Lo importante es que sabía que en el futuro la cotización podía variar mucho -aunque él suponía que sería al alza- y que razonablemente no necesitaba esa porción de liquidez si la inversión no resultaba.

Jesús Muela. Director de Corporate Finance y Análisis de GVC

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