Un camino de ida y vuelta para las cajas
El sector ha duplicado el tamaño de su cartera industrial en los últimos ocho años.
Las cajas de ahorros españolas han trazado un camino de ida y vuelta en el diseño de su cartera industrial durante las últimas décadas. Mientras que a mediados de los años noventa el sector decidió tomar el relevo a los bancos con su entrada en el capital de las principales compañías, ahora han iniciado una salida ordenada.
Ambas estrategias responden a un radical cambio de escenario. En el pasado, las cajas, animadas por los bajos tipos de interés y su cómoda situación financiera, construyeron una importante cartera de participadas como una alternativa para rentabilizar sus recursos. Al mismo tiempo, era una vía para poder sentarse en los consejos de administración y participar en la gestión de aquellas empresas emplazadas en sectores estratégicos. Con esta política, las entidades de ahorro cubrían además el hueco dejado por la gran banca, que se fue desprendiendo poco a poco de sus participadas para financiar las compras fuera de España.
Como muestra, un botón. El peso de la cartera industrial en el activo total de las cajas suponía a finales de 2006 el 1,9%, frente al 1% de 1991, según los últimos datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). El máximo se alcanzó en 2000, cuando el volumen de participadas representaba un 3,8% del balance. La fotografía del sector refleja, sin embargo, la pérdida de atractivo de otro tipo de inversiones, donde antaño las cajas habían sido muy activas. Así, el porcentaje del interbancario ascendía al 19,6% del activo en 1991, mientras que en 2006 apenas suponía el 9,9%.
La Caixa y Caja Madrid ya han iniciado su expansión internacional
El aterrizaje de las cajas en el capital de las empresas españolas ha sido, además, una apuesta bastante acertada. Han acumulado unas plusvalías millonarias, al calor de la época dorada vivida por la Bolsa española en los últimos cinco años y el proceso de concentración desatado dentro de algunos sectores, como el energético. El valor de la cartera de participadas de las 45 entidades que integran el sector se cifraba el pasado marzo en 25.725 millones de euros, según las estimaciones de Analistas Financieros Internacionales (AFI), con unas ganancias latentes que rondan los 20.300 millones de euros. Nueve años antes, en diciembre de 1999, las inversiones empresariales de las cajas eran prácticamente la mitad, de 10.703 millones de euros. Aun así, el pasado año las plusvalías acumuladas por las cajas descendieron más de un 20%, debido entre otras a la venta del 10% de Endesa por parte de Caja Madrid.
Inversión en acciones
Su inversión total en renta variable, lo que incluye no sólo las participaciones con carácter permanente, se elevaba a finales del primer trimestre de este año a 50.168 millones de euros, frente a los 16.191 millones de diciembre de 1999.
En este proceso, cada entidad ha seguido un camino diferente, acorde con su tamaño. Las mayores, como La Caixa, Caja Madrid o Caixa Galicia, se han hecho con grandes corporaciones, mientras que las medianas y pequeñas han optado por las alianzas como vía para tomar participaciones en aquellas compañías estratégicas para sus intereses. æpermil;ste ha sido el caso de las andaluzas o de las cajas castellanoleonesas.
Esta política les ha convertido en actores clave en los últimos movimientos corporativos que se han producido. Así ocurrió con Caja Madrid en la venta de Endesa y ahora en la disputa con Iberia o con las cajas vascas, presentes en el capital de Iberdrola. Con la próxima entrada en vigor de Basilea II (nuevos requerimientos de capital) y las nuevas normas de contabilidad internacional (las conocidas como NIC), sin embargo, el sector ha empezado a escribir una nueva etapa de su historia, ya que el cambio de regulación penaliza a este tipo de inversiones, lo que ha acelerado el goteo de ventas de participaciones.
Y, de nuevo, la solución supondrá seguir la estela de los grandes bancos. En esta ocasión, en su expansión internacional, una posibilidad hasta hace unos meses vetada por el Banco de España. El supervisor no veía con buenos ojos que las cajas compraran otros bancos dentro o fuera de España, pero ahora ha decidido suavizar su postura con la condición de que las entidades de ahorro se sometan a la disciplina de la Bolsa.
Para ello, el Banco de España ha sugerido que existen varias opciones: crear un holding industrial cotizado como ya ha hecho La Caixa o emitir cuotas participativas (títulos similares a las acciones, pero sin derechos de voto) como hará la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) este verano. Los destinos objetivo ya están seleccionados (Estados Unidos, países del Este de Europa y Asia), aunque el estallido de la crisis de liquidez del pasado verano y su larga duración podrían obligar a las entidades a trastocar sus planes. De momento, no ha sido así. Caja Madrid ha adquirido el sexto banco de Florida por más de 600 millones de euros y La Caixa, a través de su holding cotizado Criteria, ha desembolsado 1.500 millones por el 20% del mexicano propiedad del magnate Carlos Slim.
Expectativas
La crisis, de hecho, ha colocado a las cajas otra vez en el centro de la diana. Algunos expertos afirman que su extrema dependencia del negocio hipotecario (en los últimos años han crecido a ritmos muy superiores a los bancos) se cobrará una elevada factura, sobre todo en algunas entidades pequeñas o medianas, y no descartan fusiones dentro del sector.
Sólo el tiempo dirá si las entidades de ahorro consiguen salir indemnes de este nuevo envite o si, como ya ha sucedido con los bancos, inicia un nuevo proceso de concentración.
Cotizar en Bolsa. Criteria, el holding pionero de La Caixa
La entidad catalana ha sido la primera del sector en agrupar todas sus participadas en un holding, para posteriormente sacarlo a Bolsa. Con esta medida, La Caixa cumplía dos objetivos: someterse a las exigencias del Banco de España, partidario de que las cajas cuenten con algún vehículo que cotice en Bolsa, y conseguir fondos para financiar su expansión internacional.Criteria, que debutó el pasado 10 de octubre a un precio de 5,25 euros, es el único holding de estas características en el mercado español. Pero será por poco tiempo. Caja Madrid, Bancaja y Caja Navarra (Can) también han anunciado que harán lo mismo este mismo año. La delicada situación de los mercados, sin embargo, podría animar a ambas entidades a aplazar esta decisión hasta que el clima de la Bolsa sea más adecuado. A ello se suma que el estreno de Criteria ha sido más deslucido de lo esperado, ya que las acciones del holding de La Caixa han cotizado prácticamente desde su debut por debajo del precio de su colocación. Otras, como la CAM, han optado por otra alternativa: emitir cuotas participativas, títulos similares a las acciones, pero sin derechos políticos.