Reino Unido estudia una ley antitabaco que eliminaría las marcas de las cajetillas
El Gobierno británico planea endurecer la legislación antitabaco y, entre otras medidas, eliminar las marcas y los logotipos de todas las cajetillas de cigarrillos. La medida, que previsiblemente tendría más repercusión en las ventas de las principales tabacaleras, conllevó la caída en Bolsa de éstas, del 2,72% en el caso de Imperial y del 1,06% para BAT.
Las autoridades británicas están decididas a endurecer la legislación antitabaco y restringir, sobre todo, el consumo entre los más jóvenes. El Departamento de Sanidad (Health Department) acaba de hacer público un documento de trabajo en el que, entre otras medidas, propone eliminar las marcas de los paquetes de cigarrillos. Esta medida supondrá que todas las tabacaleras tendrán que comercializar cajetillas lisas, sin colores, ni logotipos.
Así, los paquetes de cigarrillos sólo podrán informar sobre las repercusiones del tabaco en la salud. 'Las investigaciones indican que esta medida puede reducir el atractivo de los cigarrillos y además restar normalidad al uso de los productos del tabaco', señala el Departamento de Sanidad. 'Los estudios señalan que las cajetillas en blanco reducen el atractivo del tabaco, sobre todo entre los jóvenes, cuando casi la mitad de los adolescentes creen que los paquetes sin marca redundarían en un menor número de adolescentes iniciándose en el tabaco'.
Pese a que aún no es un documento definitivo, ya que la industria del tabaco tendrá tres meses para presentar las alegaciones que estime oportunas, las tabacaleras británicas pagaron ayer en Bolsa las intenciones del Gobierno de Gordon Brown. En el caso de Imperial Tobacco, la caída fue del 2,72%, hasta 1.970 peniques. Mientras, su competidora British American Tobacco (BAT) se apuntó una caída menor, del 1,06%, hasta 1.888 peniques.
Los analistas estiman que, si se lleva a cabo la prohibición de las marcas en las cajetillas, las más beneficiadas serían los productores de cigarrillos baratos, ya que en lugar de producirse una reducción del consumo, éste se trasladaría hacia los productos de menor precio. 'Creemos que esta medida sería muy grave para la industria, si finalmente se pone en marcha, como prevemos en 2010', aseguraba ayer a Reuters el analista Adam Spielman. La nueva regulación no podría estar en marcha antes de ese año, ya que los trámites parlamentarios se dilatarían a lo largo de 2009.
La matriz de Altadis considera que tiene derecho a diferenciar sus marchas de las de su competencia. Sin embargo, Imperial Tobacco recalca que no se trata de una medida definitiva, ya que la industria tendrá de plazo hasta el próximo mes de septiembre para presentar medidas alternativas. Por su parte, BAT aseguraba ayer a Reuters que las cajetillas sin marca restarían libertad a los consumidores a la hora de elegir libremente, lo que podría beneficiar a las falsificaciones y al mercado negro.
La eliminación de las marcas y los logotipos no es la única medida que estudia el Gobierno laborista. También pretende restringir el acceso de los menores de 18 años a las máquinas expendedoras de tabaco, una prohibición que ya contempla, por ejemplo, la legislación española. Este tipo de distribución sólo representa el 1% de las ventas de tabaco en el Reino Unido pero, según los responsables de Sanidad, también es la principal vía de adquisición de tabaco entre los menores. Además, señala que desde la prohibición de la publicidad de los productos del tabaco, estos se dan a conocer, sobre todo, por su colocación preeminente en los quioscos o supermercados. 'La razón para controlar su disposición en los establecimientos es la protección de niños y adolescentes', asegura el Health Department. 'Les familiariza y estimula el impulso de compra a aquellos que no tienen intención de adquirirlos o tratan de dejar de fumar'.
Dificultades para probar la edad
La ausencia en el Reino Unido de un documento de identidad que les permita demostrar la mayoría de edad es uno de los principales problemas que tienen los distribuidores de tabaco para impedir la venta a menores. Por ello, las tabacaleras británicas están a favor de iniciativas como CitizencCard, un documento voluntario que incluye los datos personales de su titular. Según Imperial, el mercado de cigarrillos británico alcanza los 45.200 millones de libras (más de 57.100 millones de euros).