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Columna
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Costes laborales en 2007

Los costes laborales por trabajador crecieron el año pasado un 4%, avance superior en cinco décimas al del año precedente y el más elevado desde 2004, subraya el autor, que analiza los datos de la encuesta trimestral de coste laboral elaborada por el INE

La encuesta trimestral de coste laboral (ETCL), elaborada por el INE trimestralmente, es la estadística más apropiada para estimar este tipo de coste para las empresas privadas y públicas del sector no agrario, puesto que excluye al sector agrario y las Administraciones públicas. Y esto es así porque, aunque la Contabilidad Nacional Trimestral de España también estima la remuneración de los asalariados, concepto equivalente al del coste laboral, utiliza una definición de asalariados no del todo adecuada para el análisis del mercado de trabajo, al incluir como tales a los trabajadores autónomos propietarios de sociedades (incluidas las cooperativas) que trabajan en esas empresas.

Con los datos de la encuesta, en 2007 los costes laborales por trabajador se incrementaron el 4%, avance superior en cinco décimas al del año precedente y el más elevado desde 2004. Este crecimiento se acentúa hasta el 4,5%, tres décimas más que en 2006, si se calculan los costes laborales por hora trabajada, como consecuencia de la reducción en 2007 en media hora al mes de la jornada efectivamente trabajada por trabajador. La acentuación del ritmo de incremento de los costes laborales se explica por la evolución de sus dos componentes: los costes salariales, equivalentes al salario bruto que perciben los trabajadores, que representan el 73,8% del total, y los otros costes no salariales, que suponen el restante 26,2%. Los primeros aumentaron en 2007 el 3,9% y los segundos el 4,4%, cinco y ocho décimas más que el año anterior, respectivamente.

Dentro de los costes no salariales, es muy inferior el incremento de las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social a cargo de los empresarios (significan el 88,3% del total de esos costes), el 3,7% en 2007, que el del resto de los pagos no salariales, que crece el 9,3%, debido, principalmente, al avance que se produce en los costes de despido de las empresas, el 20,5% en tasa de variación anual.

El mayor incremento del salario percibido respecto del pactado en 2007 podría explicarse, en parte, por la reducción de la tasa de temporalidad

En lo que respecta a los costes salariales, los que más crecen, con un 4,2%, son los pagos atrasados, entre los que se encuentran los derivados de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial pactadas el año anterior, como consecuencia de la desviación de la inflación final y la prevista inicialmente, seguidos de los pagos ordinarios, con el 4,1%, mientras que el crecimiento es muy inferior, por debajo del 2,5%, en los pagos extraordinarios y por horas extraordinarias.

Para comparar el incremento del salario bruto por trabajador, el 3,9%, con el crecimiento salarial pactado en 2007, equivalente al 3,3%, se debe añadir al inicialmente pactado, el 3%, la incidencia, igual a tres décimas, de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial correspondientes a 2006, que han percibido los trabajadores como atrasos a lo largo de 2007. Esta diferencia entre las dos tasas de variación, igual a seis décimas, que se conoce como la deriva o deslizamiento salarial, que había sido negativa desde 1998, con la única excepción de 2002, se ha convertido en 2007 en positiva.

Esta conversión de la deriva salarial en positivo, mayor incremento del salario percibido que del pactado, podría explicarse, en parte, por la reducción de la tasa de temporalidad en el año en 2,3 puntos porcentuales, el mayor descenso histórico de dicha tasa en un año, ya que, como consecuencia de la reforma laboral consensuada en 2006 entre el Gobierno y los interlocutores sociales, en 2007 los asalariados con empleos indefinidos crecieron, según la EPA, en casi 800.000, mientras que los asalariados temporales se redujeron en más de 200.000, cuando el salario de los primeros es superior en más del 50% al de los segundos, si se utilizan los datos de la encuesta anual de estructura salarial de 2005, también elaborada por el INE.

La utilización de los datos de la mal llamada encuesta de estructura salarial de 2005, puesto que los datos salariales se obtienen de la explotación conjunta de los ficheros de afiliación de la Seguridad Social y de las retenciones a cuenta del IRPF, es debido a que la ETCL, que sí distingue según que la jornada sea a tiempo completo o a tiempo parcial, no diferencia, en cambio, según que el contrato sea indefinido o temporal.

Esta insuficiencia de la encuesta de coste laboral se agrava en el caso de la diferencia de los salarios entre hombres y mujeres, que se dejó de publicar al sustituirse en 2001 la encuesta de salarios (que sí proporcionaba esa información en los cuartos trimestres de cada año) por la actual encuesta de coste laboral, en contraste con lo previsto en el artículo 20 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, según el cual se debe incluir la variable sexo en las estadísticas, encuestas y recogidas de datos que lleven a cabo los poderes públicos.

José Ignacio Pérez Infante. Profesor asociado de Mercado de Trabajo en España en la Universidad Carlos III

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