América Latina afronta con optimismo la desaceleración
Los analistas prevén para este año que el crecimiento de la región sea superior al 4,5%, aunque lo vinculan a la marcha de Estados Unidos.
América Latina se enfrenta este año a una ralentización económica que no experimentaba desde el inicio de esta década. La Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial ya lo habían advertido. La región no repetirá el crecimiento anual de 5,6% registrado en 2006 y 2007.
Tendrá que conformarse con crecer un 4,9%, siete décimas menos, según las cifras de la Cepal. Algo menos optimista se muestra el Banco Mundial, que después de haber previsto un avance de la actividad en Latinoamérica del 5,1%, espera que el PIB de la región apenas aumente un 4,5% en 2008.
La firma española Solchaga, Recio & Asociados en su informe Perspectivas América Latina 2008 prevé una coyuntura más optimista. Explica que 'el escenario más probable continúa pasando por un avance de la actividad mundial en torno al 4%, con EE UU creciendo un 1,5%, lo que representaría una desaceleración moderada. En su escenario, América Latina crecería un 4,8%, lo que permitirá que el PIB per cápita mantenga el ritmo del último lustro'.
Los expertos piden control de precios y del gasto público para evitar riesgos
En lo que sí coinciden la mayor parte de análisis consultados es en que el futuro de América Latina dependerá de cómo se comporte la economía de Estados Unidos. Una desaceleración de este país del 2,2% al 2,0%, esperada en 2008, impactará inevitablemente sobre el subcontinente latinoamericano, según la firma española.
Aparente agilidad
Pero Solchaga, Recio & Asociados también señala que 'la aparente agilidad con que las economías latinoamericanas han sorteado los primeros brotes de la crisis subprime, han reavivado el debate sobre el decoupling de la región, o la (supuesta) menor sensibilidad de América Latina a las fluctuaciones cíclicas de Estados Unidos'. A este respecto, la consultora reflexiona que la robustez del crecimiento de la región frente a la debilidad de Estados Unidos tiene más que ver con el tipo de desaceleración en esta nación que con el desarrollo latinoamericano. Al tiempo, ve con sorpresa cómo 'la desaceleración de un pequeño segmento del crédito hipotecario norteamericano ha dejado sentir sus efectos en todo el mundo'. De hecho, la zona euro podría asistir a un empeoramiento de la desaceleración por la que atraviesa al pasar su actividad de un avance del 2,2% al 1,8% este año. Japón también se ralentizará más al crecer apenas un 1,7%, según la previsión del FMI. Las previsiones, no obstante, apuntan a que ese impacto será más limitado en América Latina.
El informe Perspectivas América Latina 2008 considera que México y Centroamérica se situarán entre las regiones más afectadas. Sin embargo, la firma coincide con la Cepal en que Latinoamérica podrá asumir el impacto, gracias al 'colchón' creado por el crecimiento sostenido de los últimos cinco años. La solidez de su actividad económica permitió, entre otras cosas, que en 2007 la tasa de ocupación subiera de un 54,1% a un 54,6% de la población activa. Además, la tasa de desempleo cayó tres puntos porcentuales, hasta situarse en el 8% y en 2008 el descenso podría continuar hasta el 7,6%, según la Cepal. Además de eso, la región actualmente tiene déficit fiscales reducidos y tipos de cambio flexibles, lo que le permitirá mayor margen de maniobra.
Pero hay una advertencia que Solchaga, Recio & Asociados no deja pasar por alto y es que parte de la economía de Latinoamérica se sostiene en China y otros países emergentes. Esto no sería problema, de no ser porque China depende cada vez más de Estados Unidos, lo que podría causar un efecto dominó. El informe recuerda que desde 1980 el PIB de EE UU ha experimentado siete cambios de ciclo y todos provocaron una desaceleración en Latinoamérica. Con este contexto, la Cepal considera que esta región tiene un 2008 de 'cauto optimismo', aunque advierte de riesgos, como el repunte de la inflación o del gasto público, sumados a su baja competitividad.
El riesgo sigue latente en la zona pese a la mejora
El crecimiento económico en América Latina ha llegado acompañado de mejoras en la distribución de la rentas y de un aumento de la clase media, según el informe Perspectivas América Latina 2008, de Solchaga, Recio & Asociados.Esto se refleja principalmente en países como Argentina, Brasil y México. Aunque la clase media en Latinoamérica es considerada extinta, los pagos con tarjetas han aumentado del 0,1% al 6,5% de la cesta de la compra, según este informe. El elevado crecimiento de los depósitos bancarios, del 240%, se asocia 'más a la inversión que al consumo'.El aumento del gasto en otros bienes o servicios como son los productos financieros, la educación o la vivienda explican el crecimiento de la clase media.El informe, además, brinda recomendaciones para afrontar los riesgos.Argentina: Debe evitar entrar en una espiral inflacionista, por lo que a medio plazo necesita una reforma de su sector energético, además de una política monetaria, cambiaria y fiscal más restrictiva.Brasil: Requiere buscar alternativas para que las crisis de EE UU no le afecten. Urge una reforma laboral y fiscal.Chile: El Banco Central tendría que endurecer su política monetaria para contener los precios. Su política debe abogar por el superávit estructural y la apertura de la economía.México: Tendrá que incrementar el peso de los ingresos tributarios, así como la explotación y exportación de petróleo.
Para 2008...
Claves de la economía latinoamericanaDesaceleración: La región no mantendrá el ritmo de crecimiento de los últimos seis años.Estados Unidos: De su economía depende el desarrollo de Latinoamérica.Otros factores: La carestía del petróleo y los alimentos y un clima adverso complicarían la coyuntura.Buen 2007: Crecimiento económico, superávit, reducción del desempleo, mejora en términos de intercambio, incremento de las reservas internacionales y de la deuda externa.Margen de maniobra: Puede superar la situación, pero debe elevar su competitividad.