El BCE aleja la posibilidad de subir más los tipos en el corto plazo
El Consejo de Gobierno del BCE mantuvo ayer los tipos de interés de la zona euro en el 4%. Por primera vez en más de dos años, ninguno de sus miembros reclamó un aumento del precio del dinero, mientras su presidente, Jean-Claude Trichet, alertaba de la 'inusual incertidumbre' sobre el crecimiento económico.
Algo más de dos años después, el periodo de endurecimiento de la política monetaria emprendido por el Banco Central Europeo en diciembre de 2005 parece haber llegado a su fin. El Consejo de Gobierno de la entidad mantuvo ayer los tipos de interés de la zona euro en el 4%, pero, por primera vez en muchos meses, ninguno de sus miembros propuso valorar una posible subida, según explicó su presidente, Jean-Claude Trichet.
Se trata de una novedad importante, y más habida cuenta de que se produce en un momento en que la inflación de la Unión Monetaria (cuyo control es el objetivo fundacional del BCE), está en el 3,2%: es decir, en máximos desde que se empezara a contabilizar hace once años. Con todo, los temores sobre el crecimiento parecen empezar a pesar más en el discurso de Fráncfort.
En la conferencia de prensa posterior a la reunión, el propio Trichet reconoció que existe 'una incertidumbre inusualmente grande sobre el impacto que pueda tener el reajuste de los mercados financieros sobre la economía real'. Un ajuste que ha llevado a sus homólogos de Estados Unidos y el Reino Unido a recortes de tipos de interés para tratar de mitigar la desaceleración de la actividad.
En la misma línea de finalización del sesgo alcista, Trichet eludió decir, como acostumbra, que el Banco Central Europeo 'está preparado para actuar preventivamente para controlar la inflación'. La intervención del presidente del BCE provocó depreciaciones sensibles en el euro y los bonos europeos. En España, ninguno de los 15 servicios de estudios agrupados por Funcas (que incluye a los del ICO, Santander, Caja Madrid o BBVA) plantea la necesidad de que la política monetaria sea restrictiva.
Los indicadores de actividad y confianza siguen dando pistas sobre la tendencia negativa de la economía. Las últimas previsiones del BCE, que datan de diciembre, aún apuestan por un crecimiento del 2% para este año; sin embargo, Trichet admitió ayer que, 'si se consideran todos los datos, los riesgos para el crecimiento son a la baja'. La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional recortó en medio punto su pronóstico para la Unión Monetaria, limitándolo al 1,6%. El FMI cree que el contagio del parón en Estados Unidos será considerable.
La alta probabilidad de que se relaje la política monetaria este año también tiene adeptos en los mercados. Los contratos de futuros apuestan por hasta tres recortes de tipos antes de fin de año. De materializarse, serían las primeras bajadas desde 2003.
El Banco de Inglaterra recorta sus tipos en un cuarto de punto
Al otro lado del Canal de la Mancha, los responsables monetarios siguen los pasos de sus tradicionales aliados estadounidenses. El Banco de Inglaterra decretó ayer un recorte de un cuarto de punto en los tipos de referencia en el Reino Unido, que quedan en el 5,25%. Las autoridades monetarias británicas buscan espolear la economía de las islas, que figuran entre los países europeos más amenazados por la desaceleración. El boom de la construcción inmobiliaria de los últimos años se está volviendo ahora en contra de la actividad, como también está ocurriendo en España, Irlanda y Estados Unidos. En este último país, la Reserva Federal ha recortado los tipos de interés en 1,25 puntos el mes pasado, para dejarlos en el 3%.