La Fed frente a las turbulencias
Durante los últimos meses, y sobre todo a partir de agosto 2007, las Bolsas mundiales no han atravesado por su mejor momento debido a distintas preocupaciones que mantienen inquietos a los inversores. Las caídas se han generalizado en la mayoría de sectores y, en muchos casos, los fundamentales de las compañías han jugado un papel poco importante puesto que han caído indiscriminadamente olvidando aspectos tan relevantes como los niveles de endeudamiento y el grado de diversificación. Durante este periodo han sucedido numerosos acontecimientos que no han pasado desapercibidos en los mercados, como: importantes inyecciones de liquidez por parte de los distintos bancos centrales, dotación de provisiones de magnitud considerable por parte de varios bancos, quiebras de hedge funds, dificultades financieras de entidades hipotecarias en EE UU, dimisión de personal de la alta dirección de algunos bancos americanos, empresas inmobiliarias en apuros, inicio de procesos concursales...
Si hace unos años las grandes protagonistas de las turbulencias bursátiles fueron las empresas puntocom, parece que ahora han tomado el relevo las entidades financieras. En estos momentos entendemos que hay distintas variables que preocupan al sector financiero y a las que deberemos estar muy atentos durante los próximos meses: riesgo de crédito, evolución del mercado hipotecario, liquidez del sistema y liquidez de las entidades.
En EE UU, hace tiempo que los datos constatan la existencia de recesión en el sector inmobiliario, pero además, algunos bancos americanos se han excedido en sus riesgos y por ello han tenido que dotar abundantes provisiones que han causado caídas bursátiles de magnitud considerable. Uno de los casos más sorprendentes ha sido el del gigante estadounidense Citigroup, que durante 2007 fue una de las entidades más castigadas y su cotización cayó cerca de un 50%. De todas maneras, por más que hayamos visto a un gran número de entidades tomar medidas en el ámbito de depreciaciones de activos, pensamos que habrá que esperar unos meses para que la actual situación pueda ser digerida por completo por los mercados.
Tras la inesperada decisión de la Reserva Federal, el BCE se verá obligado a rebajar los tipos en la zona euro
En España también se constata desaceleración en la concesión de créditos con garantía real (principal fuente de crecimiento de la banca española) debido al enfriamiento del sector constructor-inmobiliario, y probablemente ello no va a pasar desapercibido en los futuros resultados de las entidades financieras.
Por otra parte, la banca española ha demostrado tener un excelente control de los riesgos y buenos niveles de solvencia. Hasta la fecha, el sistema bancario español ha demostrado una gran solidez, y deberemos esperar a próximas publicaciones de resultados (primer y segundo trimestres) para ver con detalle cómo evoluciona su actividad y poder sacar conclusiones.
El temor de una recesión en EE UU y su posible contagio a nivel mundial provocó el lunes, 21 de enero, un desplome en todos los mercados bursátiles mundiales, entre ellos el selectivo español, que se dejó más de un 7,5% al finalizar la sesión. Sin lugar a duda, esta caída, provocada por el pánico generalizado y por el flujo de noticias negativas que se han ido acumulando durante los últimos meses, quedará grabada durante un tiempo en la mente de muchos inversores. En el caso de España, hacía más de 15 años que no se vivía una debacle bursátil tan pronunciada.
Uno de los grandes detonantes de este desplome bursátil fue el plan de rebajas fiscales anunciado por George W. Bush el viernes pasado. El hecho de que el presidente de EE UU haya solicitado al Congreso un plan inmediato de rebajas fiscales para ciudadanos y empresas con el objetivo de potenciar el consumo de los americanos, que representa actualmente un 70% del PIB, y teniendo en cuenta que dicho plan ha sido apoyado por el presidente de la Reserva Federal, ha dado a entender que la crisis financiera derivará en una crisis económica y que la política monetaria expansiva iniciada por la Fed no ha sido suficiente, aunque ayer mismo decidió por sorpresa bajar los tipos de interés en 75 puntos básicos y situar el precio del dinero en el 3,5%.
Desde los atentados terroristas de septiembre de 2001, la Fed no había bajado los tipos de interés con carácter extraordinario y además cabe destacar que ha sido el mayor recorte de tipos en los últimos 23 años. Esta medida ha sido adoptada con el fin de estimular la economía ante el debilitamiento de las perspectivas económicas. De todos modos, deberemos esperar a que se publiquen más datos para certificar una recesión de la primera potencia económica mundial
En cuanto al Viejo Continente, y tras la inesperada decisión de la Fed, el BCE se verá obligado a rebajar los tipos de interés en la zona euro.
Para los próximos meses es probable que en los mercados siga dominando tanto la volatilidad como la incertidumbre y deberemos estar muy atentos a lo que suceda al otro lado del Atlántico y en particular a los datos sobre la situación económica de EE UU. En cuanto a la futura evolución de las Bolsas, el tiempo lo dirá.
Ernesto Akerman Brugués Analista financiero de GVC