'El 4% del empleo perdido se debe a deslocalizaciones'
Ha escuchado las sugerencias de cientos de empresarios afectados por las deslocalizaciones y el informe que ha coordinado concluye que es urgente invertir en I+D para atajar un fenómeno que se ha llevado el 4% del empleo perdido desde 2000
Diputado desde la III legislatura, Antonio Cuevas (1949, Puente Genil, Córdoba) ha sido ponente socialista de la ley del Mercado de Valores, entre otros proyectos económicos.
¿Qué hay que hacer para ayudar a los sectores más castigados por las deslocalizaciones?
En España, las deslocalizaciones en sentido estricto sólo han representado un 4,2% de los puestos de trabajo perdidos en la industria, alrededor de 3.700 empleos desde el año 2000, cifra que en Europa se eleva a 129.000. Aquí los sectores más castigados en términos de empleo han sido los del textil y cuero, el metal y la maquinaria. Nuestro informe, en el que han participado todos los grupos políticos, concluye que las respuestas derivan de iniciativas que, en algunos casos, el Gobierno ya ha estado tomando. Atajar a largo plazo fenómenos como este pasa por fomentar la I+D, la competitividad y la internacionalización de las empresas. Si hacemos esto, se perderán algunos puestos de trabajo, pero siempre se podrán crear otros en otra fase productiva dentro del mismo sector. Otra respuesta proviene de la implantación de empresas en los mercados emergentes.
Entonces, la fuga de empresas ¿no supone una amenaza para el empleo?
Aunque se ha perdido poco empleo por este fenómeno, siempre es preocupante. España está teniendo una transformación en su estructura productiva y, sobre todo, está aprendiendo a hacer productos cada vez más elaborados y con mayor valor añadido. A veces la dificultad en un sector se convierte en una oportunidad. Hay ejemplos claros. Ha habido empresas pequeñas a punto de cerrar debido a la competencia y han triunfado abriendo oficinas en China. Tampoco hay que olvidar el otro lado de la moneda: España fue el principal país de destino de las deslocalizaciones industriales en Francia entre 1995 y 2001.
Ustedes han escuchado varios cientos de comparecencias. ¿Dónde ponen el acento los sectores más afectados?
El denominador común de sus preocupaciones es acceder a una mayor seguridad en los mercados exteriores. También están inquietos por circunstancias más directas como el precio del petróleo. Hay sectores en los que las materias primas son fundamentales. Al textil le preocupa la gran competencia de los mercados internacionales y, en particular, la competencia desleal, pues es algo difícil de combatir. También acentúan la falta de respeto a la propiedad de las marcas. Hay que lograr una mayor eficacia contra las falsificaciones y el fraude en el desarrollo de productos e incentivar el registro y adquisición de patentes. Al sector automovilístico le inquieta, además del alto precio de los carburantes, los costes añadidos a la emisión de gases, además del aumento de la fiscalidad en los coches de gran volumen. Vamos a seguir de cerca el fenómeno y para prevenirlo le hemos propuesto al Gobierno la creación de un observatorio de la Internacionalización, en el que estén representados todos los sectores interesados y desde donde se podrá seguir la evolución de la economía mundial, las actuaciones de cada administración y las estrategias empresariales.
¿Qué mecanismos de ajuste proponen para prevenir los efectos de las reestructuraciones empresariales?
Son medidas que ya se están aplicando en colaboración con las patronales y que descansan en la promoción de la investigación. En el caso de las pymes, se les está ayudando a acceder a mercados exteriores de forma conjunta, con créditos a la exportación y la ayuda que les prestan las oficinas comerciales. Todas estas medidas hay que profundizarlas. El mercado chino, con un potencial enorme, tiene una gran complejidad. A las empresas se les tiene que ayudar a conocerlo y las comunidades deben ejercer también un papel importante en ello. Necesitamos generar valor añadido en diseño, logística, I+D+i, ingeniería y marketing.
Una política fiscal que favorezca al mercado
Antonio Cuevas no considera clave la relación entre las ayudas fiscales a las empresas y la prevención de las deslocalizaciones. 'No obstante', agrega, 'es interesante establecer una fiscalidad favorable al mercado dentro de la necesaria armonización europea'.'En Europa', argumenta, 'ya hay una cierta armonización fiscal y hay directivas que afectan a los distintos sectores. Un ejemplo es el naval, donde se impiden las ayudas estatales. Si luego hay determinadas ayudas fiscales de un país sobre otro o mecanismos de incentivos fiscales a través de terceras figuras como los fondos de inversión y eso no se aplica en todos los estados, pues sí supone una discriminación porque no se puede competir con las mismas armas', mantiene.Analizada la experiencia, 'no creemos importante la relación entre estas ayudas y las deslocalizaciones', concluye el presidente de la Comisión de Industria.